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TORREÓN.— El ruido de las balas orilló al portero de Monarcas Federico Vilar a correr rumbo a los vestidores. No era el único, también lo hacían los demás jugadores de Morelia, Santos, los árbitros y el público en las gradas. El pánico se apoderó de todos los asistentes al Territorio Santos Modelo, con capacidad para 20 mil personas.

Minuto 40 de un juego ahora intrascendente y que será reprogramado en una fecha todavía por definir. Ese fue el momento que quedó marcado en la memoria de México, el instante en que una balacera fuera del estadio Territorio Santos Modelo paró un partido del futbol mexicano.

Los hechos tuvieron lugar en la vialidad Torreón-San Pedro de las Colonias, mientras se desarrollaba el partido en el interior del recinto lagunero sin que ningún civil resultara lesionado, informó la Policía Federal anoche.

El director de Seguridad Pública Municipal, Adelaido Flores afirmó que fue a las siete de la tarde con 40 minutos cuando los ocupantes de tres camionetas atacaron a granadazos y balazos a una patrulla que hacía recorridos alrededor del Territorio Santos Modelo, aproximadamente a un kilómetro de distancia.

Se presentó una persecución tras la que no hubo detenidos, aunque un efectivo resultó herido en un brazo.

Ya en el inmueble hubo decenas de personas que sufrieron crisis nerviosa y que tuvieron que ser asistidas de inmediato por los servicios médicos.

La situación fue controlada por la Policía Federal y Municipal, y elementos del Ejército efectuaron un reconocimiento terrestre y localizaron un vehículo abandonado en el que se encontraban armas largas, cargadores y municiones.

Ante los estruendos de las detonaciones que duraron casi cinco minutos, el público se resguardó pecho tierra, otros ingresaron al terreno de juego, al que tuvieron acceso gracias a las medidas de seguridad del coso lagunero. Los futbolistas buscaron a sus familias para ponerlas a salvo. El público estaba aterrado.

Alejandro Irarragorri, presidente de Santos, tomó el micrófono, después de que el encuentro se suspendió definitivamente. Pidió perdón por lo ocurrido y anunció saldo blanco dentro del inmueble; se le notaba nervioso, la mano y la voz le temblaban, pero invitaba a la calma.

La Federación Mexicana de Futbol, a través de su plana mayor (Justino Compeán, presidente; Decio de María, secretario general; y Enrique Bonilla, director deportivo) avalaron lo mencionado por la directiva santista de que los hechos se registraron en la avenida aledaña al TSM.

La Presidencia de la República condenó los hechos y ofreció cooperación para llevar a los responsables ante la justicia.

Aficionados que estuvieron en el inmueble aseguraron que vieron a hombres armados correr. En las redes cociales circularon imágenes con impactos de bala supuestamente en uno de los palcos del nuevo estadio de la Comarca Lagunera, sin que esto se pudiera confirmar.

“Las autoridades del estadio suspendieron el partido. Lo más importante es que la gente se evacuó de manera ordenada del estadio” apuntó Decio de María.

Agregó que se hará una reunión entre todas las ramas del futbol mexicano para analizar qué fue lo que sucedió y ver las acciones que se realizarán por parte de la Femexfut para que el futbol continúe “como un espectáculo”.

Justino Compeán, el presidente de la FMF, fue más allá y recalcó que se tiene que alzar la voz ante estos hechos violentos que afectan a este deporte.

Enrique Bonilla aplaudió que se hayan tomado las medidas de seguridad adecuadas en el TSM y explicó que siempre están en constante comunicación con las autoridades de cada una de las plazas donde hay equipos de futbol.

En lo deportivo quedan las dudas acerca de cuándo se reanudará el encuentro entre Guerreros y Monarcas y si la selección de Brasil, que tiene programado un partido amistoso el 11 de octubre contra el Tri, querrá venir.