La empresa estatal china CNR anunció hoy que retira de la circulación 54 trenes de alta velocidad que operan en la línea Pekín-Shanghai, apenas tres semanas después del accidente ferroviario que ha puesto en entredicho la seguridad de este transporte en el gigante asiático.

China CNR Corp dijo en un comunicado emitido a la Bolsa de Shanghai que el objetivo es un 'análisis sistemático de las causas de algunos problemas' y, de esta forma, poder 'hacer una revisión para asegurar la calidad y la seguridad'.

Se trata del último capítulo en la polémica generada en el gigante asiático después de que el 23 de julio 40 personas murieran y casi 200 resultaran heridas en el primer accidente de trenes de alta velocidad desde que China comenzara a aplicar esta tecnología.

Los problemas de seguridad en las líneas, los escándalos de corrupción vinculados al sector y la reacción de las autoridades a la catástrofe, imponiendo gran opacidad, han puesto en cuestión el que hasta hace unas semanas era uno de los sectores más punteros de tecnología ‘Made in China' y motivo de orgullo en el país.

La víspera, Pekín anunció que suspende la construcción de nuevas vías férreas en el país como consecuencia del accidente del pasado mes, y el Ministerio de los Ferrocarriles dijo que los trenes reducirán su velocidad hasta los 200 kilómetros por hora para evitar nuevos incidentes.

Ello ha trastocado profundamente los planes del gobierno chino y que, hasta ayer, planeaba construir 13 mil kilómetros de líneas de tren de alta velocidad a finales de este año y 16 mil para 2020.

También ha puesto en entredicho la capacidad de China y sus empresas de exportar su tecnología ferroviaria -copiada, según algunos, de Japón, Francia y Alemania- a otros países.

mlhc