Para sacar del “hoyo” de la desocupación académica y laboral a sus jóvenes, sólo cinco estados del país tienen programas enfocados directamente a los ninis (población entre 12 y 29 años de edad que ni estudia ni trabaja).

Sin embargo, los dos estados que según la Secretaría de Educación Pública (SEP) tienen mayor porcentaje de éstos —Chiapas y Michoacán— no cuentan con un programa para ellos; en estos casos, más de 25% de los jóvenes están desocupados.

Para Diana Carbajosa Martínez, académica del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los estados disponen de recursos financieros y humanos para revertir el desempleo y el rezago educativo, pero “la incapacidad de los funcionarios públicos para ejercer este tipo de programas sociales” determina los resultados obtenidos.

A esta situación, dice, se le agrega la desesperanza que habita en la juventud ante las condiciones del empleo que se oferta en el país, que es “ escaso y mal pagado”.

Los estados que ofrecen programas dirigidos exclusivamente para la población que no estudia ni trabaja son Chihuahua, Baja California, Tlaxcala, Guerrero e Hidalgo.

El Instituto de la Juventud Guanajuatense justifica la carencia de estrategias para el sector nini y anticipa que no trabaja en algún plan exclusivo por la “connotación discriminatoria” que procede del término.

En la ponencia Los jóvenes mexicanos: situación actual y desafíos futuros de Rodolfo Tuirán, subsecretario de Educación Superior de la SEP, se expone que los estados que menos ninis tienen son Colima, Quintana Roo y Yucatán, con alrededor de 15%. En total, se calculan unos 7 millones 300 mil en el país, lo que representa 20.9%.

En la mayor parte del territorio nacional se implementan estrategias generales para la juventud —no especiales para los ninis—, a través de micropréstamos, bolsas de trabajo sin distingos de edad y estímulos económicos a los estudiantes.

En el primer semestre de 2011, además, se han puesto a debate otros canales de solución al problema, como la oferta de lugares para que jóvenes se unan a las fuerzas policiacas, en el caso de Sinaloa y Querétaro, o para que se unan al Ejército durante tres años, según propuso ante el Congreso de la Unión el gobernador de Chihuahua, César Duarte.

En ese estado, el mandatario envió al Congreso local una propuesta de iniciativa de ley para modificar artículos de la Ley del Servicio Militar Nacional y dos de la Ley del Sistema de Educación Militar, para que los ninis sean remunerados en el servicio militar.

El pasado 11 de junio, Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), anunció que se creará un fondo económico para apoyo a jóvenes en edad escolar y una bolsa de trabajo nacional cuyo catálogo se prevé que estará listo el próximo 15 de agosto.

Piden fondos millonarios

En Guerrero, la Secretaría de Juventud del estado gestiona un programa para que el Congreso local autorice al menos 10 millones de pesos que servirían para brindar ofertas de empleo, talleres, becas e involucrar en actividades culturales y deportivas al menos a 200 mil ninis.

El presidente de la comisión de Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso del estado, Carlos Álvarez Reyes, afirma que dentro del plan de egresos 2011 fueron etiquetados 80 millones de pesos para favorecer al mismo sector.

La titular de la Secretaría de la Juventud en el estado, Gisela Ortega Moreno, dijo que buscan enlaces con dependencias estatales y ayuntamientos para ofrecer capacitación y entrenamiento a los jóvenes que no estudian ni trabajan, así como dar preferencia a ellos en las vacantes eventuales que se generen.

En Chihuahua, la Secretaría de Fomento Social ejerce 12 millones de pesos, obtenidos con erogaciones del gobierno federal y la Congregación Mariana Trinitaria, para emplear a los ninis. El trabajo de 2 mil jóvenes consiste en pintar viviendas ubicadas en zonas marginadas de Ciudad Juárez. También en la capital del estado se da la oportunidad a este sector para que se encarguen de limpiar parques, jardines públicos y banquetas por un pago de 112 pesos diarios.

Hidalgo y su Manos a la obra, un plan que acaba de arrancar y es instrumentado por las secretarías de Desarrollo Económico, Educación y del Trabajo, es otra oferta dedicada exclusivamente para egresados de universidades e institutos tecnológicos que prefieren evitar la “inactividad” e insertarse en trabajos afines a su profesión en distintas empresas, con un incentivo de tres mil pesos mensuales subsidiado por el gobierno estatal.

En los casos de Baja California y Tlaxcala, que disponían con anterioridad de estrategias institucionales para apoyar a su población juvenil en general, sus gobiernos adecuaron sus programas e hicieron un llamado exclusivo a los ninis para que se acercaran a recibir beneficios, especialmente en su programa Juventud BC, en el primer caso, y el plan de instructores comunitarios del Consejo Nacional para el Fomento a la Educación (Conafe) de Tlaxcala.

Educación, clave

La solución al problema de desocupación no deja de estar en la educación, argumenta Diana Carbajosa, porque “la escuela debe formar ciudadanos” y consolidar ideales políticos que permitan la convivencia.

Por eso, agrega la especialista, un proyecto que busque ser exitoso debería ser accesible, estimulante, recreativo y trascendente, esto es, respaldado de acciones constantes que “naturalicen” en los jóvenes el deseo de continuar estudiando, o bien, de integrarse a algún sector productivo.

Grupos de lectura, de estudio, de música, donde los intereses sean compartidos y participen expertos de diferentes áreas, pueden constituir espacios para involucrar en determinadas tareas a los jóvenes “inactivos”.

Ellos “necesariamente deben de estar ocupados”, considera la también socióloga.

Sin planes, estados con más “ninis”

En Chiapas se calcula que existen unos 300 mil ninis, a pesar de que la entidad se encuentra en el tercer lugar a nivel nacional por el mayor número de escuelas. En un rango similar se encuentra Michoacán, que ocupa el séptimo y donde autoridades educativas calculan que puede haber una cifra similar de jóvenes desocupados.

La Secretaría de los Jóvenes (Sejov) en Michoacán reconoce que la cantidad de personas que no estudia ni trabaja que se acerca a pedir apoyo para reactivarse es mínima, cerca de uno por cada 10.

“Por lo general aquí se acercan jóvenes emprendedores que acaban de salir de estudiar y quieren ocuparse pronto; tenemos una política de puertas abiertas en los programas que operamos para que se acerque quien así lo desee, y poco son aquellos que tienen el perfil de no estudiantes y que tampoco se dediquen a algo”, dice Candy Martínez, integrante de la Coordinación de Desarrollo Económico.

Por eso, agrega, créditos de hasta 15 mil pesos para iniciar negocios propios, así como diversos empleos temporales terminan en manos de quienes solicitan tales beneficios ante las instituciones y no en jóvenes “apáticos o desinformados”.

Carbajosa dice que la marginación de estados como Chiapas, Tabasco y Michoacán influye en que los jóvenes no se involucren en el mundo educativo o laboral. En ese último estado, según la precandidata a la gubernatura por el PAN y ex senadora Luisa María Calderón, encuestas revelan que para 40% de las adolescentes su sueño es tener un novio narcotraficante. (Con información de Rubén Hernández Duarte)