Amnistía Internacional (AI) pidió a las autoridades "investigar inmediatamente el secuestro en masa de migrantes irregulares, averiguando su paradero, asegurando su seguridad y llevando a los responsables ante la justicia, incluyendo cualquier funcionario público que actúe en complicidad con los grupos criminales", en relación al plagio de centroamericanos ocurrido la víspera en Veracruz.

La Organización No Gubernamental pidió también a las autoridades que proporcionen a los migrantes testigos del secuestro medidas de seguridad y visados temporales, para que puedan testificar contra los responsables sin temor a represalias o a ser deportados.

El 24 de junio, un tren de mercancías, en cuyo techo viajaban 200 migrantes irregulares dejó la ciudad de Ixtepec, Oaxaca, rumbo a Medias Aguas, Veracruz. Muchos de los migrantes que viajaban en el tren habían estado en el refugio para migrantes "Hermanos en el Camino", dirigido por el Padre Alejandro Solalinde Guerra, defensor de los derechos de los migrantes, antes de partir hacia Veracruz en su ruta hacia la frontera entre Estados Unidos y México.

En el tren viajaban varios niños, según informó AI en un boletín.

Según testigos presenciales, documentado por AI, cuando el tren se aproximaba a Medias Aguas, el conductor lo detuvo en una zona aislada dónde se encontraban estacionadas tres camionetas. Cuando el tren se paró por completo, al menos 10 hombres armados salieron de los vehículos y comenzaron a hostigar a los migrantes. Algunos de los migrantes lograron escapar, pero muchos fueron introducidos a punta de pistola en los vehículos y se los llevaron.

Algunos de los testigos del secuestro que lograron escapar regresaron al albergue "Hermanos en el Camino" tras el ataque. Según estos testigos, entre los secuestrados hay mujeres y niños. Algunos de los testigos denunciaron el secuestro ante las autoridades.

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