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Tras “la mano dura” que aplicó ayer la Secretaría de Obras capitalina para impedir el ingreso de basura revuelta a la estaciones de transferencia, el Sindicato de Trabajadores de Limpia del DF previó que al momento de recogerla en las casas o en el camión habrá un “endurecimiento” por parte de los choferes.

De acuerdo con Horacio Santiago, líder del gremio, esta situación generará que “aprieten las tuercas” a los ciudadanos como al gremio se las está apretando la Dirección General de Servicios Urbanos del DF al no permitir el ingreso de los residuos que no correspondan al día que establece el programa de separación.

De acuerdo con el programa de recolección de basura, los desechos inorgánicos como papel, cartón, vidrio, madera y plástico, entre otros, corresponde recogerlos los lunes, miércoles, viernes y domingo. Los orgánicos como residuos de comida, cáscaras, desperdicios de frutas y verduras, toca tirarlos los martes, jueves y sábados.

En entrevista, el representante de los más de 9 mil trabajadores sostuvo que acordaron con las autoridades que esto empiece a ocurrir a partir del próximo lunes y la basura de las casas se reciba de forma separada.

Consultados al respecto, la Secretaría de Obras capitalina rechazó que ayer se haya tomado un acuerdo pues la entrega de la basura dividida es un compromiso que adquirió el sindicato desde el pasado 3 de marzo de 2011 y se tiene que aplicar de inmediato.

Por ello reforzaron las medidas y sólo se permitirá el ingreso de los residuos como establece el programa.

En las calles, choferes y voluntarios informaron a vecinos en la delegación Venustiano Carranza que si no entregan su basura dividida, es decir, orgánicos un día y al siguiente inorgánicos, ya no se las aceptarán en el camión recolector, el cual la deposita en las estaciones de transferencia.

La separación de la basura es obligatoria para los capitalinos según la Ley de Residuos Sólidos del DF, la cual establece amonestaciones y multas económicas por no hacerlo.

Ayer —como adelantó EL UNIVERSAL el lunes— la dependencia capitalina aplicó “mano firme” para que se respeten los días en que se reciben orgánicos e inorgánicos, pues en las 13 estaciones de transferencia todavía llega la basura revuelta.

Esto motivó que en una de las plantas, ubicada en la delegación Gustavo A. Madero, los trabajadores protestaran contra la medida porque no les aceptaban los residuos inorgánicos —papel, cartón, plástico— pues el día correspondía sólo a los orgánicos.

La semana pasada, Rosalío Nava, director de transferencia y disposición final del Distrito Federal, explicó en entrevista que se decidió tomar esa medida para que el programa crezca al ritmo que se requiere pues hay algunas delegaciones que no están colaborando y van rezagadas.

Adelantó que se impedirá el ingreso y el depósito de la basura pero, incluso, se les obligará a dividirla ahí mismo para terminar el proceso.

Esto, en el contexto de que la separación de residuos es una de las piezas fundamentales para la reducción de la cantidad de toneladas que se envía y deposita en el Bordo Poniente, el cual cerrará en seis meses.

De acuerdo con el convenio suscrito entre el Sindicato de Limpia y la Secretaría de Obras, por cada tonelada de orgánicos que ingrese al Bordo a los trabajadores se les pagará 50 pesos por tonelada. El bono ayudará a que los trabajadores sensibilicen a los capitalinos y que éstos se acostumbren al calendario de recolección.

La medida de separar la basura arrancó oficialmente el pasado 3 de marzo, cuando en el Zócalo capitalino el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard dio el banderazo de salida a la campaña “Vamos a separar para respirar mejor” como parte de las medidas para preparar el cierre total del Bordo Poniente el 31 de diciembre, según el convenio firmado con el gobierno federal en noviembre pasado.