La vorágine de violencia derivada de la lucha contra el crimen organizado y de la pugna entre grupos de narcotraficantes, dejó un saldo de 33 muertos sólo en la zona metropolitana de Monterrey, lo que representó una de las jornadas más violentas vividas en Nuevo León.

El Consejo de Seguridad de Nuevo León admitió que esta espiral de violencia nunca antes se había visto en la entidad y confirmó el número de asesinatos a lo largo del miércoles, incluyendo la de dos escoltas del gobernador Rodrigo Medina.

Jorge Domene, portavoz del Consejo, destacó este jueves que la mayoría de los muertos fueron presuntos delincuentes de los cárteles que se disputan la región. La cifra de 33 muertes es histórica en esta ola de violencia.

Aseguró que las amenazas en contra de la autoridad, refiriéndose al asesinato de dos escoltas del gobernador Rodrigo Medina, son una estrategia de los grupos criminales que denota, dijo,  que el gobierno del estado está actuando en conjunto con la autoridad federal.

Desde las primeras horas del miércoles fueron abandonados cuerpos mutilados y personas asesinadas en diversos puntos de la zona metropolitana. Además, el Ejército abatió a cinco presuntos delincuentes.