El esposo empezó a implorar que la dejaran vivir, que no la mataran porque estaba embarazada. Su ruego, aunado al llanto de una de sus hijas, logró convencer a su verdugo. La mujer fue encerrada en un cuarto junto con sus dos hijas y desde ahí escuchó con horror como mataban a todos, incluso a su pareja.

"Uno de los hombres que nos iban a matar se apiadó de mi cuando mi hija le suplicó que no me matara", relató la mujer, quien fue una de los tres sobrevivientes de una masacre que aún sacude el ánimo en Guatemala.

Aún se estremece cuando extrae de la memoria los recuerdos de aquella noche de terror en la finca de Los Cocos, paradójicamente ubicada en el municipio de La Libertad, en el Petén.

Su esposo intercedió por ella: "por favor... por favor... no le hagan nada a ella, está embarazada, quién va a cuidar a mis hijas.  Por favor no la maten, quién va a mantener a mis hijos". Así lo narra al diario Siglo 21, de Guatemala.

La mujer, cuyo nombre no fue revelado, relata que la tomaron de la mano y le dijeron "que gracias a que estaba embarazada y que tenía una hija no me mataban. Luego me metieron junto a mis hijas a una vivienda y me dejaron allí. Cuando amaneció regresamos a la finca, miré el cuerpo de mi esposo que estaba amarrado y sin cabeza. No sé qué voy a hacer ahora, nosotros lo que hacíamos en la finca era sembrar pasto, no entiendo por qué nos hicieron esto".

El presidente Álvaro Colom reveló que hay tres testigos protegidos. "Obviamente la mujer está en estado de shock, se le ha proporcionado toda la asistencia médica. No está en condiciones de declarar por el momento. Esperamos que cuando su situación emocional se normalice tengamos un poco más de detalles", manifestó en entrevista con Carmen Aristegui, para MVS Radio.