Migrantes centroamericanos aseguraron que en los últimos días se intensificaron operativos violentos para detenerlos en las zonas de Lechería, en este municipio, y en Huehuetoca, en donde aseguran que durante las madrugadas hombres uniformados los golpean, amarran y suben a camionetas.

Víctor Hugo Hernández Ramírez, de 26 años de edad, originario de Guatemala, aseguró que logró escapar luego de que el pasado 4 de mayo personas uniformadas pretendieron detenerlo en Huehuetoca, donde aguardaba con otros migrantes para abordar el ferrocarril hacia el norte del país.

Agregó que fue golpeado en diversas partes del cuerpo, incluso con un palo, y actualmente se refugia en la Casa del Migrante San Juan Diego, ubicada en Lechería, en donde espera reponerse de las lesiones que sufrió.

"Llegaron en la madrugada al puente de Huehuetoca. Vestían chaleco negro, camisa azul, radios de comunicación y algunos estaban armados", relató el migrante, quien huyó corriendo y fue perseguido, pero sus cuatro compañeros fueron golpeados y detenidos.

Añadió: "Los golpearon brutalmente. Los amarraron de pies y manos con las agujetas de sus zapatos y los aventaron a las camionetas. Quiero que se haga justicia. Los vehículos iban acompañados por una patrulla de los ferrocarriles".

Hernández Ramírez se refugió en el panteón y fue llevado por un habitante de Huehuetoca a la Casa del Migrante de Lechería, de donde lo trasladaron al hospital "Vicente Villada" para su atención médica, localizado en Cuautitlán-México, perteneciente al Instituto de Salud del estado de México (ISEM), pero "me dijeron que no podían atenderme, pues el espacio y los medicamentos eran para mexicanos". Finalmente fue atendido en la Cruz Roja.

Irineo Mújica Arzate, fotógrafo y defensor de derechos humanos, quien pretende documentar las agresiones y participó junto con migrantes en la Marcha por la Paz convocada por el poeta Javier Sicilia, afirmó que el Instituto Nacional de Migración (INM) reanudó operativos en la zona de Lechería, en Tultitlán, y en Huehuetoca, sitios de reunión de indocumentados en su paso hacia Estados Unidos.

"La gente es buena, el problema es la política de México de opresión al migrante y el crimen organizado, que quiere sacarles hasta la sangre", dijo.

Mencionó que el acoso y agresiones a los migrantes ocurren en varios puntos del país, entre ellos Tierras Blancas y Medias Aguas, así como ahora en Tultitlán y Huehuetoca, en el Estado de México.

spb