Proclaman beato a Juan Pablo II
El Papa Benedicto XVI celebr� la ceremonia en la que se hizo efectiva la beatificaci�n de su antecesor Videos Beatifican a Juan Pablo II ante millones de personas.
Se convierte así en el décimo Papa beato proclamado por la Iglesia católica y el primero proclamado por su inmediato sucesor en los últimos mil años
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Frente a millones de peregrinos en la Plaza de San Pedro y las calles aleda�as, el Papa Benedicto XVI beatific� a su antecesor Juan Pablo II, en un festejo jubiloso en honor de uno de los papas m�s amados de la historia.
Hablando en lat�n, Benedicto declar� que Juan Pablo II pod�a ser llamado en lo sucesivo "beato" y que su festividad se celebrar�a el 22 de octubre, d�a de su coronaci�n en 1978 como Papa.
La multitud estall� en gritos, aplausos y l�grimas en el momento de develarse una enorme foto de Juan Pablo sonriente sobre la loggia de la Bas�lica de San Pedro.
Ataviado con vestimenta de Juan Pablo, e inclin�ndose para besar a beb�s, el papa Benedicto XVI, arrib� minutos despu�s de las 10:00 a la enorme plaza ocupada peregrinos de todas partes del mundo.
El escenario recordaba el de los �ltimos d�as de Juan Pablo II en 2005, cuando unas 3 millones de personas realizaron vigilias bajo la ventana de su estudio y le rindieron el �ltimo homenaje cuando muri�.
La proclamaci�n se produjo despu�s de que el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, acompa�ado del postulador de la causa, el polaco monse�or Slawomir Oder, solicitase al Papa la beatificaci�n (inscribirlo en el libro de los beatos).
Despu�s ley� una biograf�a del primer Pont�fice polaco de la historia, nacido en Wadowice el 18 de mayo de 1920 y fallecido en Roma el 2 de abril de 2005.
"Acogiendo el deseo del cardenal Agostino Vallini, nuestro vicario general para la di�cesis de Roma, de otros hermanos en el episcopado y de muchos fieles y despu�s de haber obtenido el parecer de la Congregaci�n para la Causa de los Santos, con Nuestra Autoridad Apost�lica concedemos que el venerable siervo de Dios Juan Pablo II, Papa, de ahora en adelante sea llamado beato", fue la f�rmula de beatificaci�n pronunciada por Benedicto XVI.
Tras la proclamaci�n, sor Tobiana, la monja polaca que cuid� a Juan Pablo II hasta su muerte, y sor Marie Simon Pierre -cuya curaci�n de manera inexplicable para la ciencia de la enfermedad de parkinson que padec�a ha llevado a la beatificaci�n del papa- llevaron hasta el altar mayor un art�stico relicario fabricado para la ocasi�n con una peque�a ampolla con sangre de Wojtyla.
La beatificaci�n busca elevar la moral de una iglesia golpeada por la crisis de los abusos sexuales de menores, pero tambi�n ha provocado la indignaci�n de los grupos defensores de las v�ctimas porque el esc�ndalo se produjo durante el pontificado de 27 a�os de Juan Pablo II.
Reinaba un ambiente de fiesta: monjas sentadas en c�rculo tocaban guitarras y cantaban himnos, hombres alzaban a sus ni�os sobre sus hombros para que pudieran ver sobre las cabezas de la multitud y grupos de j�venes cat�licos agitaban banderas de Argentina, Polonia, Francia y Gran Breta�a.
La seguridad era estricta: amplios sectores de Roma, a kil�metros del Vaticano, estaban cerrados al tr�fico automotor, helic�pteros surcaban el cielo, lanchas policiales recorr�an el cercano r�o T�ber y unos 5 mil agentes uniformados patrullaban las barricadas para asegurar que los religiosos, las delegaciones oficiales y los poseedores de los codiciados pases VIP pudieran llegar a sus lugares.
Asistieron los pr�ncipes herederos de Espa�a, Felipe y Letizia, junto con el premier italiano Silvio Berlusconi, el presidente mexicano Felipe Calder�n, el l�der del sindicato Solidaridad y ex presidente polaco Lech Walesa, as� como el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, quien pudo asistir a pesar de estar vedada su presencia en territorio europeo, prohibici�n que no se extiende a la Santa Sede.
Miles de peregrinos, muchos de ellos polacos, pasaron la noche en puentes y piazzas de la ciudad y acudieron a San Pedro apenas se abrieron las barreras con una hora de anticipaci�n.Parados hombro con hombro, ocuparon la Via della Conciliazione, el bulevar principal que conduce al Vaticano, as� como las calles laterales y los puentes que cruzan el T�ber a San Pedro.
"Estoy muy orgullosa de Juan Pablo. Era mi papa cuando yo era ni�a", dijo Alice Wirwicka, una polaca de 21 a�os que viaj� 17 horas en autob�s desde Szczecin para la ceremonia.
Fue la beatificaci�n m�s r�pida de que se tenga conocimiento, apenas seis a�os despu�s de la muerte de Juan Pablo.Benedicto inici� la causa sin esperar a que pasaran cinco a�os, como es tradici�n, respondiendo a los clamores de "Santo S�bito" que se escucharon durante el funeral el 2 de abril de 2005.
El s�bado por la noche un enorme cartel de "Santo Subito" decoraba el costado del Circo M�ximo, donde una vigilia de oraci�n inici� las celebraciones.
Durante la noche se escuch� el testimonio de la monja Marie Simon-Pierre. "Muri� siendo santo", dijo el cardenal Stanislaw Dziwisz, el secretario de muchos a�os del papa difunto.
Con informaci�n de EFE
jfra