El Senado de la República ratificó, con el voto en contra del PRD, a Marisela Morales Ibáñez como la primera mujer de la Procuradora General de la República (PGR), en sustitución del depuesto Arturo Chávez Chávez.

Hubo 84 votos a favor, 15 por el no y siete abstenciones, cinco de los senadores del PT y dos de las perredistas Rosalinda Hernández y Josefina Cota.

Morales Ibáñez rindió protesta en el Salón de Pleno. Acudió a esta soberanía vestida de traje azul rey metálico y saludó a cada uno de los integrantes de la Mesa Directiva del Senado.

El debate para elegirla se prolongó por casi dos horas y sirvió para discutir la necesidad de avanzar en la autonomía técnica del Ministerio Público de la Federación.

El presidente de la Comisión de Justicia, Alejandro González Alcocer (PAN) -uno de los encargados del dictamen de elegibilidad- consideró que los  razonamientos en contra de los senadores de oposición no tienen que ver con que Morales Ibáñez no cumpla con el perfil, sino con críticas a la estrategia de seguridad pública y la autonomía del Ministerio Público.

González Alcocer dijo que el PAN está dispuesto a discutir la autonomía del MP, pero con un "debate responsable ... y no a lo tarugo", porque se corre el riesgo crear "un monstruo propio con el que queremos acabar".

El coordinador del PT en el Senado, Ricardo Monreal, reveló que comió con la aún titular de la SIEDO, y que después de esta reunión le quedó claro que Morales Ibáñez tiene un buen curriculum  y resaltó que la  abogada propuesta nunca haya pertenecido a ningún partido político.

"Ella pertenece a un sistema podrido, quién garantiza que va a cumplir", dijo Monreal, quien adelantó que los cinco petista se abstendrían en la votación.

El senador del PRI, Jesús Murillo Karam, fijó la posición de su bancada: Marisela Morales surgió del Ministerio Público. "Y ha trabajado en el MP en lo concreto y en lo práctico. No vemos problemas de corrupción".

Y pidió a los senadores revisar la posibilidad de la autonomía del MP con calma, pues podría salir "peor el remedio" de quitar al Ejecutivo la facultad de designar al titular de la PGR frente al acecho de los Poderes Fácticos del país.