Empresarios rechazaron el proyecto del Gobierno del Distrito Federal para imponer límites a la instalación de minisupers, tiendas de autoservicio y supermercados, así como el condicionamiento a la venta de algunas mercancías.

A través de un desplegado titulado "Atentado a la libre competencia en el Distrito Federal", argumentaron que los consumidores capitalinos son los primeros beneficiados con una mayor disponibilidad de opciones de bienes y de precios con la apertura de nuevos comercios.

Además plantearon a autoridades consultar la voz de los consumidores.

El gobierno de la Ciudad de México busca prohibir la apertura de tiendas de autoservicio en los centros de barrio de las colonias y proteger la economía de los 318 mercados públicos, de los que dependen más de 77 mil familias.

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