nayeli.durand@eluniversal.com.mx

Con una mezcla de géneros tropicales y una fusión de ritmos multiculturales, concluyó este domingo la 27 edición del Festival de la ciudad de México

Tras una tarde de llovizna que refrescó a la Plaza de la República, se dieron cita alrededor de cinco mil personas para presenciar el concierto de clausura de este magno evento que se realiza cada año.

Con el monumento a de la Revolución de fondo, el colectivo musical, Novalimba, sirvió de antesala para calentar el ambiente, con algunas de sus canciones que conjuntan géneros como el reggae, funk, beats electrónicos de dub en una fusión de música afro-peruana.

"Conchepela", "Liberta", "Yo voy" y "Machete" fueron algunas de las interpretaciones de este grupo que puso a bailar a los asistentes. Además el movimiento de caderas de Milagros Guerrero, vocalista, motivaron a que varios de los presentes imitaran su contoneo al ritmo de las congas y los bongoes.

Pero donde la agrupación dio muestra clara de sus tendencias latinoamericanas y mostraron su virtuosidad al tocar solos con cajones de percusión fue en el tema "Chinchivi".

"Alcajazz", fue la canción con la que el grupo despidió su aparición, donde invitó a bailar a
algunas de las mujeres que se encontraban en el público.

Pasadas las 19:30 horas, Sonidero Nacional apareció sobre el escenario para compartir con el público 10 años de trayectoria de esta banda que Tony Selectah, ex mix-master de Control Machete, ha apoyado en su carrera.

El ambiente se envolvió con híbridos de ritmos rurales, cumbia colombiana y reggae, típicos de la agrupación originaria de Monterrey.

"Sonidero ya llegó" fue la encargada de comenzar la intervención de la banda, misma que la gente reconoció al instante para acompañar con el coro.

"Como Reguilete", "Margarito" y "Malacopa", prendieron a la audiencia que no paraba de seguir con palmas y gritos a los sonideros.

"La crisis" di paso a "Cosita linda", una de las canciones más representativas de la banda. "Grande de cadera" conmocionó a las jóvenes presentes ya que la banda admitió que las mujeres "llenitas" eran las más "sabrosas" e invitó a que todas las mujeres bailaran el tema.

Con el acordeón en mano la "Cumbia de San Jacinto" concluyó la aparición de los regiomontanos, quienes dejaron que Tony Selectah hiciera una mezcla para deleite de los espectadores, con temas como "Los caminos de la vida" y algunas cumbias en una fusión de beats electrónicos, la cual dio por terminada el concierto cerca de las nueve y media de la noche.