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Relación México-Brasil, con temas pendientes

América Latina tenido acercamientos políticos y comerciales con el gigante de Sudamérica pero todavía es un enigma la posición que asumirá la presidenta Dilma Rousseff con los gobiernos de las principales naciones vecinas

NUEVA ERA. Dilma Rousseff, al asumir el cargo de presidenta de Brasil, ante el Congreso reunido en Brasilia en enero pasado. (Foto: REUTERS ARCHIVO )

Domingo 27 de marzo de 2011 Grupo de Diarios América (GDA) | El Universal
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BRASILIA.— Brasil es el quinto país más grande y poblado del mundo. Es la mayor economía de Latinoamérica y la octava del planeta. Pertenece, junto con India, China y Rusia, al club de potencias emergentes que se harán cargo de la economía mundial a mediados de este siglo. Brasil es, además, la puerta de América hacia Europa y África, tiene las mayores reservas de agua potable y la selva tropical más grande.

Los países de América Latina tienen a un vecino gigante y están comenzando a poner los ojos en él. La mayoría de naciones ha tenido acercamientos políticos y comerciales con Brasil, aunque todavía queda mucho por hacer para aprovechar este gran mercado. Sin embargo, a casi cuatro meses de haber asumido, nadie sabe aún cuál será la política de la presidenta Dilma Rousseff en la región.

Algunos analistas internacionales, como Óscar Vidarte, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, consideran que ella no tiene el discurso de apertura hacia todos los países y todas las formas de gobierno que tenía su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva.

México

La relación bilateral entre México y Brasil, países calificados como los dos grandes de América Latina, tiene pendientes importantes.

Uno de ellos, el más inmediato, es la negociación hacia un Tratado de Libre Comercio, que al parecer no tiene fecha cercana para su firma, pues apenas a finales de febrero se dio a conocer que esas conversaciones habían sido aplazadas. La notificación fue enviada por la Coordinadora de Organismos Empresariales de Comercio Exterior (Coece) a los diferentes sectores productivos del país, bajo el argumento de que por cuestiones de agenda tanto de los funcionarios de Brasil como de los de México se aplazan las reuniones hasta nuevo aviso.

La Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM) ha considerado que un tratado incrementaría los beneficios económicos para ambas naciones, ya que implicaría un intercambio mayor de mercancías; eso reduciría el déficit de 2 mil millones de dólares que se tiene con ese país sudamericano.

No obstante, al ingrediente de la negociación bilateral se sumarán otros factores como motivo de fricciones diplomáticas, pues el Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche en México ha rechazado que la Secretaría de Economía firme acuerdos comerciales con Brasil que, dice, representarían la ruina del sector y la desaparición de más de 200 mil pequeños y medianos productores.

Este escenario dista mucho del de los años 80, cuando se hablaba de una alianza estratégica entre México y Brasil debido a la similitud de problemas compartidos: la pobreza, un fuerte endeudamiento, una enorme dependencia para la generación de ingresos y la exportación de materias primas.

Ese tiempo acabó.

Hoy, los dos países son líderes de la región e incluso algunas naciones de primer mundo les exigen un liderazgo que los ha llevado hasta la rivalidad en ámbitos de actuación internacional.

Otro de los grandes pendientes es el tema migratorio, que se vuelve indispensable en la agenda de ambos países. México impuso en 2005 la visa a los ciudadanos brasileños que deseaban internarse en el país por asuntos de negocios o turísticos.

Esta acción la llevó a cabo México de manera unilateral, luego de que se detectó un incremento en el número de ciudadanos de ese país sudamericano que se internaban de manera legal a territorio mexicano, pero que ingresaban como indocumentados a Estados Unidos. En una actitud recíproca, Brasil solicitó visa a los ciudadanos mexicanos que desearan visitar su país por cualquier motivo.

La imposición de visas desató entre ambos países una crisis diplomática que fue salvada. No obstante, la eliminación del visado se convierte en un tema recurrente, particularmente para la parte brasileña.

Otro punto en el que las relaciones bilaterales podrían fructificar es en el intercambio de tecnologías e información para el avance del sector energético, pues desde 2007 Brasil y México firmaron un acuerdo que creó la comisión binacional para intensificar sus relaciones de manera especial en este ámbito. De este trabajo poco se ha sabido. En los ámbitos menos escabrosos, las relaciones culturales tienen prioridad. Apenas el viernes 4 de marzo se llevó a cabo el Tercer Carnaval Brasil en México 2011.

El evento, organizado para más de 500 personas, es promovido por el Consejo México-Brasil América Latina, así como por la Cámara México-Brasil y apoyado por la Embajada de Brasil, el Ministerio de Turismo de Brasil y el Centro Cultural Brasil.

Chile

Chile es uno de los países que más acercamientos ha tenido con Brasil. Por ejemplo, se ha convertido en el segundo mayor mercado para los productos brasileños en América Latina, quedando detrás de Argentina. El intercambio bilateral alcanzó durante el primer semestre del año pasado casi 4 mil millones de dólares.

Uruguay

Brasil fue en 2010 el principal destino de las exportaciones uruguayas (21.5%) y los números no parecen dar señales de bajar. Según el instituto Uruguay XXI, en enero de 2011 el 20.1% de los productos exportados tuvo como destino Brasil.

Perú

Brasil es el primer socio comercial en Sudamérica y el sexto en el mundo para Perú. No sólo eso.

Además, se ha convertido en el primer proveedor de las importaciones peruanas en Sudamérica.

Argentina

Rousseff dijo el 31 de enero en Buenos Aires, durante su primera visita oficial al extranjero, que Brasil y Argentina representan “el gran potencial de América Latina”. El profesor de la Universidad de San Andrés, Roberto Bouzas, señala que el comercio bilateral es robusto, pero que todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre la integración de la infraestructura, la industria aeronáutica o la energía.

Colombia

El presidente colombiano Juan Manuel Santos considera a Brasil un país fundamental en su política exterior. No en vano Brasilia fue el destino de su primera visita de Estado, apenas tres semanas después de asumir el cargo.

Venezuela

Al considerarlo el “mejor presidente que tuvo Venezuela en los últimos 100 años”, quedó demostrada la estrecha relación entre Luiz Inacio Lula da Silva y Hugo Chávez. Aunque Rousseff no ha dado la misma muestra de efusividad, esta nueva era se estrenó con la visita del canciller Antonio Patriota a Caracas el 7 de febrero.

 



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