CIUDAD DE MÉXICO | Miércoles 23 de marzo de 2011 Redacción | El Universal10:57
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Elizabeth Taylor dejó una leyenda no sólo en el cine de Estados Unidos, en México también hizo historia.

Tras su romance polémico y en ocasiones lleno de escándalos con el actor Richard Burton, que surgió durante la filmación de Cleopatra, la actriz visitó Puerto Vallarta en 1963 acompañando a su pareja a filmar La Noche de la Iguana.

Durante meses dieron rienda suelta a su pasión en una casa en el pueblo de Mismaloya, que sigue siendo referencia para todo turista que visita el lugar, donde todo mundo sabe de la diosa de Hollywood.

Construida en 1957, Casa Kimberley fue adquirida por Burton para obsequiarla a su amada Liz  con motivo de su cumpleaños 32.

Según el sitio lovetripper.com, la Casa Kimberley atrapó la atención del actor galés, por su belleza simple y por sus 6 mil metros cuadrados, con tres jardines, diez recámaras y al menos 12 baños.

Se afirma que para evitar la mirada indiscreta de los fotógrafos de prensa, el inmueble se conectaba con otra hacienda, llamada "The Pool House", con un puente rosado, que gustaba a la actriz nacida en Londres en 1932.

No era extraño ver a Liz Taylor paseando o nadando junto a Burton en Puerto Vallarta, donde disfrutando de su clima cálido y su cielo despejado y estrellado por las noches. El lugar adoptó como hija distinguida a la que fue considerada la mujer más bella del mundo y un imposible para muchos admiradores e incluso actores de Hollywood.

Fue en una de sus largas estancias en Puerto Vallarta, cuando junto Richard Burton se convirtieron en padrinos de primera comunión del niño Sergio Toledano.

La ceremonia tuvo lugar en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe ante unos cuantos asistentes. 

 

Taylor y Burton se hicieron amigos de varios habitantes de la zona. En ese entonces Toledano era un niño de 12 años que recientemente había perdido a su madre.

De acuerdo con los reportes de la prensa, el instinto maternal de Liz se despertó y ella y Burton decidieron tomar al niño de ahijado y lo llevaron a varios viajes alrededor del mundo, incluso en su yate Kalizma y a Inglaterra.

Los diarios de la época incluso afirmaban que Liz Taylor había adoptado a otro niño.

Toledano se convirtió en fotógrafo y en noviembre de 2010 invitó a un acto con el tema de La Noche de la Iguana y Elizabeth Taylor para captar fondos para una biblioteca.

En 1990 la actriz decidió vender el inmueble a Toy Holstein y su hija, quienes la preservaron y convirtieron en museo.

Amor a la mexicana

Elizabet Taylor siempre estuvo ligada de una u otra forma a México, y esto se evidenció con sus constantes visitas al país. En 1957, Taylor eligió la terraza de Villa Vera, en Acapulco para casarse con el productor Mike Todd.

Además, en la década de los ochenta estuvo a punto de casarse con el abogado mexicano Víctor González Luna, con quien consolidó un romance de meses, pero que nunca terminó en matrimonio, a pesar de existía un compromiso para llegar al altar.

 

La revista People dijo que en 1984, tras acudir al funeral de Richard Burton, a quien llamó el "amor de su vida", decidió romper el compromiso con González Luna y le devolvió el anillo Cartier - con un diamante de 16 y medio quilates- que el le había dado en agosto de 1983.

Sin embargo, el publicista de Liz aseguró que la decisión había sido tomada meses antes, cuando Burton aún estaba vivo. Poco después el abogado lo confirmó y dijo que se debió a que no podían estar en el mismo lugar, él trabajaba en Guadalajara y la actriz en Los Ángeles.

Con todo, México fue siempre parte de la diva de Hollywood y aún existe la huella que dejó la carismática actriz y después activista social, en este país.

 

 

 

cvtp