El presidente Barack Obama concluyó la mañana de este martes su breve visita de un día a Chile en la que anunció su plan para llevar una relación más estrecha con los países latinoamericanos y viajó a El Salvador para la tercera y última etapa de su gira.

Antes de concluir su permanencia de 20 horas en Santiago, el mandatario estadounidense sostuvo una breve reunión de no más de 15 minutos en el hotel donde se hospedó con el mandatario chileno Sebastián Piñera, quien había insistido en encontrarse nuevamente con Obama en un desayuno en su residencia.

El portavoz de la Casa Blanca informó que sólo se trató de un encuentro protocolar en el que Obama agradeció la hospitalidad chilena.

También el alcalde capitalino, Pablo Zalaquett, logró su propósito de entregarle las llaves de la ciudad, algo que no había podido efectuar el lunes a la llegada de la comitiva presidencial estadounidense.

El alcalde le obsequió también una botella de pisco, un aguardiente de uva, y para su esposa Michelle un collar de plata.

Durante su breve permanencia Obama se reunió con Piñera a su llegada, pronunció un discurso en la que esbozó la nueva política que proyecta impulsar con los países latinoamericanos y asistió a una cena en la sede presidencial de La Moneda.

Luego de la reunión con Piñera y Zalaquett, Obama se dirigió desde su hotel al aeropuerto capitalino. En la terminal aérea recibió honores de un destacamento de la Escuela de Aviación y fue despedido por el jefe de protocolo de la cancillería y el embajador estadounidense, Alejandro Wolff.

El avión presidencial estadounidense partió de Santiago a las 09:13 de la mañana.

mlhc