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Obama reconoce importancia global de Brasil

Durante su encuentro con la presidente Dilma Rousseff el mandatario de EU no habló de su interés por tener un asiento en el Consejo de Seugridad de la ONU
Brasilia | Sábado 19 de marzo de 2011 EFE | El Universal17:18
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El presidente de EU, Barack Obama, afirmó hoy que apoya "con entusiasmo" el crecimiento económico de Brasil, pero no se pronunció sobre las aspiraciones de este país a ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En la primera jornada de una gira por América Latina de la que Brasil es la primera etapa, Obama se reunió hoy durante más de una hora en Brasilia con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con la que abordó asuntos como Libia, la cooperación energética o los lazos económicos y comerciales entre los dos países.

Los acontecimientos en Libia se han convertido en protagonistas durante esta visita, después de que las grandes potencias comenzaran los ataques en Libia para imponer una zona de exclusión aérea con el fin de proteger a los civiles de la ofensiva del régimen de Muammar Gaddafi.

Pero también tuvo amplias palabras para el crecimiento brasileño. Así, señaló que Brasil es un país "líder global y regional" y un ejemplo para el mundo, con el que EU mantiene importantes lazos diplomáticos, económicos y culturales.

Su visita, agregó, representa "una oportunidad histórica para lograr una cooperación aún mayor durante décadas".

En concreto, aludió a la relación comercial, "una de las mayores que tenemos", pero aun así, "hay mucho más que podemos hacer".

Aunque los lazos comerciales se han doblado en la última década, China es hoy día el principal receptor de las exportaciones brasileñas.

Obama mencionó en particular la colaboración para la construcción de infraestructuras, en particular las previstas para la celebración del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, asunto que también fue objeto de un acuerdo firmado hoy.

Pero también se refirió a las reservas de petróleo de Brasil, que podrían comenzar a explotarse en el plazo de cinco años y en las que se calculan que existen reservas cercanas a los 80.000 millones de barriles.

EU, declaró, quiere ser "un gran cliente de sus fuentes de energía", algo que, a su juicio, "permitirá beneficiarse a los dos países".

Washington busca suministradores seguros de petróleo, a la luz de la inestabilidad en Oriente Medio.

Obama no hizo mención de la gran aspiración con la que Brasil llegaba a la reunión: el respaldo de EU a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para este país. Tampoco aludió a un recorte las tarifas que Estados Unidos impone al etanol y otros productos brasileños, otra reivindicación del país suramericano.

En este sentido, Rousseff afirmó: "buscamos relaciones económicas más justas y equilibradas; es fundamental que se derriben barreras levantadas a nuestros productos, al etanol, la carne bovina, algodón, jugo de naranja, acero, entre otros".

Rousseff dijo que entiende que EU haya tenido que tomar medidas duras para recuperar la senda del crecimiento económico después de la crisis mundial, pero subrayó que algunas de ellas "desgastan buenas prácticas económicas y empujan países para acciones proteccionistas".

Según dijo, la insistencia de Brasil en la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU no es por afán "burocrático" sino por "la certeza de que un mundo más multilateral producirá beneficios para la paz y la armonía entre los pueblos".

Un comunicado conjunto emitido posteriormente especifica el apoyo a "una expansión modesta del Consejo de Seguridad que mejore su efectividad y su eficacia".

Obama, según este comunicado, expresó su "apreciación" por las aspiraciones brasileñas al Consejo, una posición muy alejada del entusiasmo con el que el pasado noviembre apoyó la candidatura india, que consideró que pondría a ese país "en el lugar que le corresponde en el mundo".

Ambos buscaban relanzar una relación bilateral que se había enfriado en los últimos tiempos, a raíz del descontento brasileño por el desequilibrio en la balanza comercial entre los dos países, muy en favor de EU, y por el apoyo del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva al programa nuclear iraní.

Pero ya desde el comienzo de la visita surgieron pequeños desencuentros. La Casa Blanca había anunciado hace días que los dos presidentes ofrecerían una rueda de prensa conjunta, pero a instancias del Gobierno brasileño, el evento se convirtió en una simple declaración conjunta, sin preguntas.

jfra



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