La secretaria de Estado, Hillary Clinton, aceptó la renuncia de su vocero, Phillip J. Crowley, en medio de polémicas declaraciones sobre las condiciones de arresto del soldado Bradley Manning, sospechoso de filtrar información a WikiLeaks.

"He aceptado la renuncia de Crowley como secretario asistente de la secretaria de Estado", dijo Clinton.

Añadió que Crowley "ha servido al país en áreas militares y como civil y en su servicio lo ha hecho motivado por una profunda devoción a la política pública y a la diplomacia".

"Le deseo lo mejor", indicó Clinton sin dar pormenores sobre las causas de la renuncia.

Por separado Crowley difundió un comunicado en el que abordó las causas de su renuncia, que derivaron de críticas al manejo del Pentágono sobre las filtraciones de información secreta del sitio de internet WikiLeaks.

"La divulgación desautorizada de información clasificada es un crimen serio bajo las leyes de Estados Unidos", dijo el ex vocero.

Añadió que sus comentarios respecto "a condiciones de la detención del soldado Bradley Manning fueron pensados para coadyuvar el impacto estratégico de las acciones de seguridad".

"El ejercicio en épocas desafiantes de hoy y el ambiente implacable de los medios debe ser prudente y constante con nuestras leyes", apuntó Crowley.

"Dado el impacto de mis observaciones por las que asumo la responsabilidad total he decidido presentar mi renuncia como secretario auxiliar para asuntos públicos y como portavoz del Departamento de Estado", manifestó.

"Estoy agradecido como el presidente Barack Obama y la secretaria Hillary Clinton por el alto honor de servir a los estadounidenses", indicó.

"Me voy con mi más grande admiración y afecto para mis colegas y con profundo respeto por periodistas que divulgan sobre política exterior y progresos mundiales a diario en muchas ocasiones bajo condiciones peligrosas y amenazas graves", expresó.

spb