En hecho insólito, un cardumen de sardinas aparecieron este viernes casi en la orilla de la playa "Angosta" ubicada en el Acapulco tradicional, decenas de lugareños, pescadores, turistas y transeúntes observaron por horas la manifestación y no dudaron en extraer algunos ejemplares para su comercialización.

El subdelegado de pesca de la Secretaria de Agricultura y Ganadería, Víctor Zamora Domínguez, dijo que este evento fue ocasionado por los efectos de corriente marítima a raíz del terremoto en Japón lo que alteró los rumbos y clima del agua del mar y atrajo el banco de peces que permanecieron por horas en dicho balneario de Acapulco.

"Consultamos al Instituto Nacional de la Pesca en relación a los peces que están apareciendo en playa La Angosta que puede ser que por las corrientes que se formaron por el fenómeno puedan perturbar su destino y se refugien en esas áreas", expuso el funcionario federal.

Desde las 8 de la mañana, miles de peces, se avistaron en la playa Angosta en donde también algunos agujones aparecieron muertos, lo que ocasionó asombro entre la gente que pasaba por el lugar.

"Esta es una cuestión natural que se pueden presentar por esto del tsunami y que bueno eso va a pasar, pero el proceso, entiendo es hasta por las seis de la tarde el que se pueda presentarse ese tipo de cosas", apuntó.

Sin embargo, el presidente de la cooperativa Pescadores originarios de Playa La Angosta, José Luis Morales Zavaleta, consideró que este hecho se debe a que especies de peces más grandes buscan alimento y los peces más pequeños huyen.

"Lo corretea el pescado más grande y el pescado se refugia en la orilla (...) no hay que alarmar a la ciudadanía, el pescado está bueno se puede consumir, no hay problema", aseguró el dirigente.

El líder de pescadores recordó que hace un mes ocurrió el mismo fenómeno en la playa conocida como Punta Bruja.

En tanyo, algunos turistas que se encontraban en la zona disfrutaron del espectáculo e incluso algunos intentaban pescar, pese a que la alerta emitida por las autoridades para no ingresar al mar ante la posibilidad de un incremento del oleaje provocado por el tsunami en Japón.