Luego de un homenaje en el Palacio de Bellas artes, encabezado por la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizarm, Teresa Vicencio, directora del INBA y de su familia, el intelectual mexicano José Ezequiel Iturriaga Sauco (1912-2011) fue objeto de otro homenaje en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

En ese espacio universitario el homenaje fue íntimo y emotivo. El gobierno del Distrito Federal, a través del Fideicomiso del Centro Histórico, despidieron de cuerpo presente, al historiador, filósofo y sociólogo mexicano que murió el pasado sábado a los 99 años de edad.

Su esposa, hijos, nietos, bisnietos, amigos y admiradores de "mexicanólogo" recordaron su amor por el centro histórico de la Ciudad de México, su afán por rescatarlo y su interés en preservar calles históricas como la de Tacuba y Moneda.

Celebraron al hombre por su amistad y generosidad; su hija Yuriria dijo que más que la herencia biológica, lo más importante que le dejó su padre fue la herencia moral pública.

"El contaba con vivir más de cien años porque creía que estábamos a punto de entrar en una etapa de resurgimiento del país, lo que me impide aceptar que se ha muerto es que no vaya a haber ese renacimiento", señaló su hija.

En el homenaje, al que no acudió el jefe de gobierno Marcelo Ebrard, aunque lo esperaban, estuvo el empresario Carlos Slim, Alejandra Moreno Toscano, Autoridad del Centro Histórico e Intí Muñoz, director del Fideicomiso del Centro Histórico, el cronista Guillermo Tovar y de Teresa reconoció en José Iturriaga a un hombre comprometido con la historia de su país y con la riqueza del Centro Histórico.

Tras un largo aplauso, el cortejo fúnebre con los restos de José Ezequiel Iturriaga Sauco recorrió algunas calles del Centro Histórico de la ciudad de México, como un último adiós.

sma