La explosión ayer por la mañana de un coche-bomba en la comunidad de El Carmen, en el municipio de Tula, Hidalgo, dejó como saldo un policía muerto y tres heridos. El vehículo del atentado tenía varias cartulinas con amenazas hacia los cuerpos policiacos del grupo delictivo de Los Zetas, informó el secretario de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), Damián Canales Mena.

Alrededor de las 08:00 de la mañana se recibió un aviso en la Coordinación de Investigación sobre la presencia de un vehículo Volkswagen Bora, color blanco con placas del Distrito Federal, en cuyo interior presuntamente se encontraba el cadáver de una persona. Ante el reporte acudió un grupo de elementos, al mando del comandante Víctor Peña Pérez.

Canales Mena explicó que los agentes intentaron abrir la cajuela y sobrevino la detonación. La explosión ocasionó graves lesiones al comandante Peña, quien fue trasladado en helicóptero al hospital Magdalena de las Salinas en la ciudad de México, donde minutos después falleció. En tanto que los otros tres policías resultaron con lesiones leves; dos de ellos ya fueron dados de alta, y uno más continúa hospitalizado.

Líneas de investigación

Entrevistado en el marco del Informe de Gobierno del alcalde de Tula, Roberto Paredes, el titular de la SSPH señaló que una de las líneas de investigación del atentado es la venganza del crimen organizado hacia los agentes de la Coordinación de Investigación, debido a la muerte que se registró hace dos semanas de dos integrantes del grupo criminal de Los Zetas.

"Esto es crimen organizado. Vamos a seguir trabajando al respecto ante un hecho de esta naturaleza; la vida de Víctor Peña no puede quedar impune", manifestó Canales Mena.

Añadió que el comandante Víctor Peña había participado en varias detenciones de integrantes de grupos delincuenciales tanto en Tulancingo como en Tula, Hidalgo.

"Él era un hombre echado para adelante. Alguna vez me comentó que él quería morir luchando", enfatizó.

Inician averiguaciones

El procurador de Justicia del estado, José Alberto Rodríguez Calderón, señaló que se inició la averiguación previa 12/DAP/023/2012, por estos hechos, en tanto que la Procuraduría General de la República (PGR) abrió la indagatoria AP/PGR/HGO/TUL-I/038/2011 por el delito de violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

Tanto el procurador como el secretario de Seguridad explicaron que se desconoce qué tipo de explosivos se utilizaron, lo que será determinado por los peritos que ya trabajan en el caso.

Rodríguez Calderón dijo que se desconoce si este hecho generará una escalada de violencia o bien puede ser catalogado como aislado.

"Es muy difícil poder establecer algo así, ustedes saben que la delincuencia tiene formas, estilos y métodos propios para operar. Decir que este hecho es el anuncio de una escalada de violencia es muy relativo, no sabemos si seguirá esto", acotó el procurador.

Refuerzan protección

Sin embargo, manifestó que la seguridad en el estado será reforzada luego de estos acontecimientos y aceptó que entre las demarcaciones que tienen mayor riesgo por la presencia delictiva están Tula, Tulancingo y Huejutla.

Tras el atentado se redobló la presencia policiaca tanto en la ciudad de Tula, como en los municipios aledaños y en la carretera Arco Norte, donde se ordenó la instalación de puestos de vigilancia y varias patrullas fueron apostadas en la carretera.

Elementos del Ejército y de las policías Federal y Estatal mantienen acordonado el lugar de los hechos, donde ya se iniciaron las indagatorias.