Netzahualcóyotl Zúñiga, Catalina Ochoa y Rafael Boudib, jueces de Chihuahua que dictaminaron el caso de Rubí Frayre, aseguraron que Sergio Barraza, señalado como asesino de Rubí Marisol, hija de Marisela Escobedo, nunca confesó el crimen y dijeron que "la falta de pruebas válidas y contundentes" fueron la causa por la que no pudieron enjuiciar a Barraza.

"No existe", dijeron los tres magistrados, y señalaron que no habían dicho esta información por cuestiones jurídicas.

Netzahualcóyotl Zúñiga mencionó que "no hubo ninguna confesión y si existe, yo quisiera verla". El juez leyó parte de la declaración que hizo el presunto asesino en la que pedía perdón a Marisela Escobedo, madre de la víctima; sin embargo, recalcó que no hubo una confesión de que haya cometido el asesinato.

Catalina Ochoa insistió en decir que "de haber tenido una confesión por parte del imputado se le habría condenado incluso con la pena máxima".

En entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, de Radio Fórmula, Rafael Boudib señaló que los acusados siempre son juzgados por lo que han hecho y no por otros factores.

Netzahualcóyotl Zúñiga apuntó que tampoco existe una evidencia de que el acusado llevara a las autoridades a donde habría sido enterrado el cuerpo de la víctimas. Sólo fue un dicho de un policía que eso habría sucedido.

El abogado Maclovio Murillo aseguró que la acusación contra sus defendidos "es un linchamiento político".

cg