El presidente Felipe Calderón rechazó usar el término "guerra" a la lucha contra el crimen organizado.

"Yo no he usado, y sí le puedo invitar a que revise todas mis expresiones públicas y privadas, usted dice 'usted ya eligió el concepto de guerra'. No yo no lo elegí, yo he usado permanentemente el término 'lucha contra el crimen organizado' y 'lucha por la seguridad pública' y lo seguiré usando", aclaró.

Calderón respondió así a Miguel Treviño, director del Consejo Cívico e Institucional de Nuevo León, quien le pidió a Calderón usar su legitimidad para imponerse a gobernadores y alcaldes en la lucha contra la delincuencia.

Calderón rechazó haber iniciado tarde esta tarea, incluso dijo que comenzó desde el primer día de su gobierno.

"Todo menos ausencia del gobierno federal", replicó Calderón.

Esto ocurrió en el reinicio, esta mañana los "Diálogos por la Seguridad", después del debate suscitado por caricaturistas para un llamado a detener las muertes por la guerra contra el crimen.

Treviño comentó que no todo es recursos a los estados, no todo es equipamiento, hace falta trabajo de coordinación, porque la falta de cohesión del Estado mexicano en su tarea más delicada se puede traducir en más muertes inocentes donde hay operativos conjuntos, pero no en equipo.

Incluso señaló Treviño la descoordinación del gobernador de Nuevo León y el alcalde de Monterrey que "intercambian culpas a través de los medios de comunicación, mientras tanto el gobierno federal, reconocido por gobierno y estado como quien hace cabeza en esta guerra, no ha salido".

"Señor presidente, si ya eligió usted el concepto de guerra para definir lo que estamos viviendo, no puedo imaginar tarea más importante para el comandante supremo que asegurar la unidad de propósito y la coordinación de todas las instancias públicas que participen en ella", sentenció Treviño.

Por las condiciones internacionales del fenómeno que vivimos, el poder del Estado no puede radicar en el acopio de armas y recursos bélicos, acotó Treviño.

Para Treviño nunca  como hoy el poder del Estado tiene que radicar en la evidente superioridad moral de sus medios y fines.

Calderón diría después en su réplica que el Estado tiene "superioridad ética y moral".

Treviño dijo que "es una obviedad pero lo hemos dejado de ver, el poder del Estado radica en lo que otros no pueden hacer.

Señor presidente, por favor aprovéchelo, aproveche las ventajas de la fuerza legítima, aproveche su legitimidad y su credibilidad personal".

"Creo que (..) aprovechadas para coordinar mejor el trabajo de los diferentes órdenes de gobierno, no escatime recursos y tiempo en ello.  Seguro ganará en eficacia y sobre todo en el nivel de apoyo y compromiso de las organizaciones sociales que trabajamos por la paz" dijo Treviño.

La legitimidad, dijo luego Calderón, radica en que se actúe conforme a la ley y depende del respeto a las instancias de entidades autónomas y soberanas  que fueron electas por ciudadanos.

El gobierno federal no puede simplemente ordenar como superior jerárquico de gobernadores o alcaldes que "pone orden y disciplina" porque no son subordinados del presidente de la República, indicó Calderón.