La detención de David Romo, obispo del Santuario Nacional del Ángel de la Santa Muerte, por su presunta participación dentro de una banda de secuestradores va a tener un impacto negativo en el culto a esta imagen y la opinión que se tiene de sus creyentes, consideró el periodista José Gil Olmos, autor del libro "La Santa Muerte, la virgen de los olvidados".

El culto de la Santa Muerte, con antecedentes desde 1797 y que experimentó un boom a nivel mundial en 1995 a raíz de la crisis económica, tuvo en David Romo a un líder mediático que, sin embargo, no era reconocido por los creyentes, quienes no veían en él a un jerarca.

"La detención de Romo sí va a tener un impacto negativo, pero al mismo tiempo el culto ya tiene su propio nicho entre sus devotos de todo el país y que no ven en David Romo a un jerarca", dijo el periodista.

Gil Olmos refiere que a pesar de que Romo sea conocido mediaticamente como el líder del culto, en realidad existe una confusión sobre su papel en la devoción a la Santa Muerte y el Ángel de la Santa Muerte, dos representaciones de la misma entidad.

Antes de 2005, Romo incluyó en su iglesia la adoración a la Santa Muerte; "lo añade porque ve que tiene muchos devotos", agrega el periodista.

Pronto, la figura de la Santa Muerte fue vinculada al crimen. Gil Olmos dice que en 2007 una serie de ejecuciones del narcotráfico fue considerada como un tributo a esta entidad, por lo que la Secretaría de Gobernación le retiró el registro como culto establecido y, a su vez, David Romo decide expulsar a la imagen de su iglesia.

Ya sin la figura original de la Muerte como objeto de adoración, Romo creó el Ángel de la Santa Muerte, "una figura andrógina inspirada en su esposa".

"Él mismo creó al Ángel de la Santa Muerte porque ya había visto en el culto un negocio, de hecho intentó crear la catedral de la Santa Muerte", dice el también autor de los libros "Los brujos del poder I y II".

Después de su detención, David Romo acusó al gobierno del Distrito Federal de fabricar culpables, a pesar de que las autoridades dieron a conocer los videos en los que aparece retirando de un banco el dinero depositado poco antes por los familiares de los secuestrados y otras víctimas de extorsión.

Para Gil Olmos es poco probable que vaya a haber una reacción por parte de los creyentes de la Santa Muerte en defensa de David Romo. Asegura que el hecho de "haberle dado la espalda" a la imagen al expulsarla de su iglesia hace años generó descontentó entre los adoradores de la Santa Muerte.

Sin embargo, a pesar de que al interior del culto Romo no es reconocido como el líder, su detención sí será perjudicial, asegura José Gil Olmos.

"El impacto no es sobre una estructura, porque no la tiene, sino que se volverá a calificar a los devotos de la Santa Muerte como delincuentes", agregó.

Además, el episodio podría dar argumentos a quienes han emprendido una campaña contra el culto, como la iglesia católica, que lo ha tratado de descalificar a pesar de que, asegura el autor, el 100% de los devotos de la Santa Muerte son católicos que creen en Dios, en la virgen María y rezan el padrenuestro.

jfra