El primer ministro italiano Silvio Berlusconi desestimó las críticas del departamento estadunidense de Estado reveladas por el sitio Wikileaks, que lo calificó de 'inepto, vanidoso e ineficaz' y 'portavoz' del presidente ruso Vladimir Putin.

'Se trata sólo de opiniones políticas de una encargada de negocios de la sede diplomática estadunidense. Juicios que parecen sacados de la lectura de periódicos italianos y no es nada respecto a lo que se está conociendo de otros países', dijo una nota oficial.

La víspera miles de documentos reservados de la diplomacia estadunidense obtenidos por el sitio Wikileaks, comenzaron a ser publicados por los diarios The New York Times, Le Monde, El País, Der Spiegeal y The Guardian.

Entre la documentación hay un cable de la encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos en Roma, Elizabeth Dibble, que calificó a Berlusconi como 'vanidoso, inepto e ineficaz como líder europeo moderno'.

El jefe de gobierno italiano también es considerado un líder 'física y políticamente débil', cuya participación en frecuentes 'fiestas salvajes' significa que 'no descansa lo suficiente'.

El jefe del gobierno italiano también es visto con sospecha por su relaciones con su par ruso Vladimir Putin, de quien se le considera su portavoz en Europa, con una relación caracterizada por 'regalos suntuosos' y 'contratos lucrativos'.

Este lunes medios locales informaron sobre la 'gran preocupación' de Berlusconi por las filtraciones, sobre todo frente voto parlamentario del 14 de diciembre que podría significar su caída.

La Repubblica afirmó que el canciller Franco Frattini y el subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros, Gianni Letta, iniciaron desde días atrás contactos con miembros de la oposición para neutralizar las revelaciones.

También se habrían reunido con el presidente del comité parlamentario de vigilancia de los servicios secretos, Massimo D'Alema, para evitar que el primer ministro sea llamado a comparecer ante ese órgano.

Por su parte el diario Corriere della Sera dijo que un misterioso mediador entre Berlusconi y Putin, citado por los documento de Wikileaks, sería el asistente especial para asuntos exteriores del jefe de gobierno italilano, Valentino Valentini, el único de su equipo que habla ruso.

El mismo diario publicó una entrevista con el ministro de la Defensa, Ignazio La Rusa, que consideró las filtraciones como 'chismes' obtenidos por quienes 'espian por el ojo de la cerradura'.

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