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Ligan masacre con decomiso de droga

Esta masacre es la tercera más importante en una unidad de tratamiento contra adicciones en el norte de México en los últimos 13 meses. En septiembre de 2009, un comando ingresó en un centro para rehabilitación de drogadictos de Ciudad Juárez y ejecutó a 18 internos

Investigan Esta masacre es la tercera más importante en una unidad de tratamiento contra adicciones. (Foto: Julieta Martínez/El Universal )

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Video Masacre en Tijuana sería por decomiso de mariguana.
La procuraduría de Baja California aseguró que las líneas de investigación están relacionadas con el decomiso histórico de las 134 toneladas la semana pasada; un comando asesinó la noche del domingo a 13 de un centro de rehabilitación

Martes 26 de octubre de 2010 Julieta Martínez/ Corresponsal | El Universal
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TIJUANA

El procurador General de Justicia de Baja California, Rommel Moreno, informó que las primeras líneas de investigación del asesinato de 13 personas en Tijuana apuntan al decomiso de 134 toneladas de mariguana, presuntamente del cártel de Sinaloa y a una pugna entre bandas de narcomenudistas.

La noche del domingo, un comando ingresó al centro de rehabilitación El Camino AC y fusiló a un grupo de internos. Minutos después del ataque, desconocidos interfirieron la frecuencia de radio policiaca para advertir que ésto es “una prueba de lo que es Juárez” y amenazaron con que serán 135 asesinatos, en posible alusión a las 134 toneladas de mariguana que autoridades bajacalifornianas decomisaron el 18 de octubre.

De manera intermitente retomaban la señal policiaca para tocar música, al parecer narcocorridos, mientras insistían que esto “apenas empieza”.

El fiscal explicó que un grupo de colaboradores de Joaquín El Chapo Guzmán podría ser el responsable de la masacre y lo relacionó con el histórico decomiso de droga, que según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tendría un costo en México de 805 mil 444 millones 700 mil pesos y en territorio estadounidense su valor sería de 196 mil 450 millones 170 mil 700 dólares.

El centro de rehabilitación El Camino no contaba con aviso de funcionamiento ante la Secretaría de Salud, confirmó el titular de la dependencia, José Guadalupe Bustamante Moreno.

En un boletín de prensa, explicó que las instalaciones ubicadas en la calle Puerto Escondido, de la colonia Buenos Aires Sur, no son parte del padrón oficial integrado por 162 centros de atención para el tratamiento de adicciones.

Estimó que en la entidad hay un padrón de 9 mil 253 adictos, de quienes 652 son mujeres y el resto hombres.

Calculó que sólo en Tijuana podría haber más de 50 centros que operan fuera de la normatividad en la materia, lo que ya se había notificado a las autoridades. Estar al margen de la ley no sólo arriesga la recuperación de los adictos, también implica riesgos de contingencia, enfermedades y hasta epidemias, dijo.

Esta masacre es la tercera más importante en una unidad de tratamiento contra adicciones en el norte de México en los últimos 13 meses. En septiembre de 2009, un comando ingresó en un centro para rehabilitación de drogadictos de Ciudad Juárez y ejecutó a 18 internos, y el 11 de junio, asesinaron a 19 personas en otro centro de atención de adicciones en la ciudad de Chihuahua.

Noche de terror

Cerca de las 21:00 horas del domingo, al menos cuatro hombres armados irrumpieron en el centro El Camino. Según la versión transmitida por un testigo a la policía, los pistoleros sacaron a sus víctimas, las colocaron frente a un muro y les dispararon con armas de largo alcance. No hubo heridos.

Directivos de sitios para atención de adictos pidieron mayor seguridad en sus establecimientos para evitar ataques como el ocurrido la noche del domingo.

José Luis Ávalos López, director de los Centros de Integración y Rehabilitación para Alcohólicos y Drogadictos (CIRAD), repudió el homicidio masivo y reclamó a las autoridades intensificar el control de esos establecimientos, mediante estudios socioeconómicos y antidoping a los responsables.

La intención es evitar que los programas de ayuda a adictos sean utilizados para otros fines, dijo en entrevista.

Añadió que los ocho CIRAD instalados en Baja California decidieron asumir medidas de seguridad para prevenir alguna situación similar. “En lugar de operar 24 horas, sólo atenderán de seis de la mañana a diez de la noche, y mientras las autoridades proporcionan mayor vigilancia, los vigilantes internos evitarán abrir sus puertas de noche”.

 

 



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