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La marcha contra Obama

Cuarenta y siete años después del discurso “I have a dream” de Martin Luther King, la misma explanada frente al Lincoln Memorial sirvió de púlpito a dos de los portavoces más aguerridos de este movimiento conservador quienes aseguraron:“Aquí hay racismo inverso. Vienen desde México y se adueñan del Estado"
Domingo 29 de agosto de 2010 El Universal
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WASHINGTON (Agencias).— La ex candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos Sarah Palin reunió ayer a miles de personas en Washington en un controvertido mitin denominado “Restauración del honor”, que demostró el poder del movimiento popular conservador, Tea Party, a pocos meses de las elecciones de medio término en las que los demócratas se juegan la mayoría en el Congreso.

Cuarenta y siete años después del discurso “I have a dream” (Tengo un sueño) de Martin Luther King, la misma explanada frente al Lincoln Memorial sirvió de púlpito a dos de los portavoces más aguerridos de este movimiento conservador.

En la manifestación, el tema de la inmigración indocumentada también estuvo presente; “Aquí hay racismo inverso. Vienen desde México y se adueñan del Estado. Quieren que las escuelas sean en español”, aseguró Mariah Martin, una de las asistentes, para luego señalar que la ley antiinmigrante de Arizona es “un paso en la dirección correcta”, citaron los medios españoles.

Si bien la manifestación ultraconservadora no estaba dirigida explícitamente contra el presidente Barack Obama, era innegable que tenía ese sentido. Palin fue presentada por Beck, quien la nombró “no como una política”, sino como “madre de un soldado” —su hijo mayor, Track, prestó servicio en Irak—. Frente al monumento de Abraham Lincoln, Palin instó a la gente a “restaurar el honor nacional”.

Beck, quien cuenta con 6.5 millones de oyentes cada semana en las ondas y encabeza la audiencia de su franja horaria en su programa de la cadena Fox News, rechazó las denuncias de activistas de los derechos civiles.

Muchos de sus críticos, como Al Sharpton, lamentaron la elección de la fecha y el lugar por considerarla un deshonor al legado del dirigente de los derechos civiles asesinado en 1968.

El reverendo Jesse Jackson dijo a la cadena de televisión CNN que Beck estaba tratando de “imitar” a King y humillando con ello su memoria y tradición.

Sin embargo, Beck se mantuvo alejado de las críticas políticas y se centró en referencias a Dios y en la necesidad de un renacimiento religioso de EU. Sostuvo que las coincidencias no fueron intencionadas, sino una llamada de la “divina providencia”.

Con motivo del aniversario, Sharpton y el hijo de Martin Luther King, también encabezaron una marcha que cruzó a pocas cuadras de la multitud conservadora y sobre la misma hora.

Pero el Tea Party se hizo eco de una figura histórica en EU. “Sentimos el espíritu de Martin Luther King”, aseguró Palin, que emparentó “su sueño” con el de King en un discurso dedicado a los “héroes de guerra” y al patriotismo de un “EU maravilloso, tocado por la gracia de Dios”.

 

 

 



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