nubesCulminan diálogos por la seguridad
Finalizaron las 27 horas de encuentro entre el Ejecutivo federal y diversos actores de la sociedad. La consigna principal fue la política de seguridad de EstadoComenta la Nota
En su cónclave en contra del crimen organizado, el Ejecutivo y gobernadores reconocieron al enemigo, lo señalaron e hicieron propuestas, pero aún no unifican una estrategia común para combatirlo.
Culminaron siete días de encuentros donde la frase más inconclusa, repetida y pronunciada en distintos tonos fue política de seguridad de Estado.
Pactos entre 12 gobernadores que están por irse tras las elecciones de julio pasado, seis más lo harán por los comicios de 2011, es decir 18 de 31.
El gobernador de Veracruz Fidel Herrera dijo que esto va más allá de los sexenios estatales y federales, en coincidencia con el discurso de Los Pinos. De hecho, ya van dos años de diálogo.
El lunes 2 de agosto, cuando comenzó el Diálogo por la Seguridad convocado por el Ejecutivo, en México el contador de muertos relacionados por el crimen organizado llevaba 6 mil 821 en el año.
Al término de 27 horas de pláticas entre el presidente Calderón, mandatarios estatales, líderes partidistas, representantes del Poder Judicial las iglesias, empresarios, académicos, expertos, organizaciones civiles y medios de comunicación la cifra superó 7 mil.
Y la cuenta sigue. En la reunión, el gobernador de Chihuahua José Reyes Baeza comentó que cuando aterrizó en el DF fue informado de un secuestro en Ciudad Juárez y un homicidio más "de los muchos que suceden".
Aún faltan los coordinadores parlamentarios, quienes dejaron para después su participación.
Algunos coordinadores estaban de vacaciones, como el líder del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones. Además, el perredista Alejandro Encinas confirmó que no acudirá a la invitación, como lo hizo el petista Alberto Anaya, ambos cercanísimos a Andrés Manuel López Obrador.
Habló el Ejecutivo y 23 gobernadores del PRI, PAN y PRD, donde Fidel Herrera, se entusiasmó tanto con el tema, que tomó la palabra en dos ocasiones: "Quedamos emplazados a cumplir con la nación", dijo el veracruzano.
Se abstuvieron los mandatarios priístas de Hidalgo, Miguel Osorio Chong; de Querétaro, José Calzada y Ulises Ruiz de Oaxaca, quien levantó la mano, pero solamente para saludar de lejos, por lo que el secretario de Gobernación Francisco Blake lo consideró unos instantes como orador. Ivonne Ortega, mandataria de Yucatán, también alzó el brazo, pero sólo para pedir un café sin crema a una edecán.
Por los mandatarios del PAN, Luis Armando Reynoso, de Aguascalientes; Juan Manuel Oliva de Guanajuato; Héctor Israel Ortiz de Tlaxcala tampoco opinaron sobre el tema de seguridad. En contraste, todos los perredistas que estuvieron en el acto tomaron el micrófono.
El gobernador de Guerrero Zeferino Torreblanca dejó los protocolos de allá por El Malecón y exigió directo: basta de presupuestos con color de partido que dejan medios hospitales y medias carreteras hechas y se preguntó sobre la viabilidad del Procampo.
Solamente faltaron los mandatarios de Baja California Sur, el perredista Narciso Agundez, y de Morelos, el panista Marco Antonio Adame. Otros, llegaron al Campo Marte cuando Calderón iba en la segunda cuartilla, como el gobernador del estado de México Enrique Peña Nieto, el mandatario de Oaxaca y el de Querétaro.
La voz del gobernador de Durango, Ismael Hernández sintetizó el sentir de varios mandatarios cuando subrayó que frente al reto de la inseguridad es inaceptable regatear el respaldo frente al crimen organizado, "verdadera amenaza del estado mexicano".
Al final, los mandatarios, aplaudieron y se abrazaron, como si ya hubieran ganado.
ml
