El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) propuso una evaluación exhaustiva de la necesidad de construir la nueva refinería en México, ya que la capacidad mundial de refinación es muy elevada, por lo que resulta poco viable.

Aunque se logre el proyecto, el costo de la construcción de la refinería en Tula es elevado, ya que una vez que se concluya se seguirá importando 15% de la demanda de gasolina, expuso en su publicación semanal 'Análisis económico ejecutivo'.

'Es factible que resulte más barato comprar capacidad instalada en el exterior y destinar todos esos recursos a proyectos productivos en el país que estimulen el crecimiento de la actividad económica y el bienestar de la población', estima.

El organismo de investigación del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) reitera que tan importante es una reforma tributaria para fortalecer las fuentes de recursos del sector público, como una asignación eficiente de los mismos.

Insiste en que debe hacerse una exhaustiva revisión de los programas gubernamentales para identificar los más eficientes y dejar fuera o reducir los recursos a aquellos que no generan un claro beneficio.

Desde 2008 se anunció el proyecto de construcción de la nueva refinería como una medida contracíclica para disminuir la dependencia energética del exterior, para lo cual se destinarían 12 mil millones de dólares y el proyecto comenzaría a funcionar en 2015, 'lo que en principio ya no tuvo el carácter de contracíclico', señala.

Para el organismo, 'el cuestionamiento de la viabilidad de seguir adelante con el proyecto se da en un entorno en el que la capacidad mundial de refinación es muy elevada, lo cual hace poco viable la construcción de una refinería'.

Algunos especialistas en energía, entre ellos el senador Francisco Labastida, consideran que existe la posibilidad de adquirir refinerías en la costa del Atlántico por cuatro mil millones de dólares con capacidad y márgenes de refinación atractivos para México.

Expone que el costo de invertir en este tipo de operaciones es atractivo, sobre todo cuando los ocho mil millones de dólares que podrían sobrar equivalen al 40 por ciento del total de recursos que se aprobaron para los programas de superación de la pobreza.

Además, son casi el doble de los destinados al Seguro Popular, casi 14 veces lo que se autorizó para el Programa IMSS-Oportunidades o 20 veces lo canalizado al Programa de Apoyo Alimentario.

'Habrá que hacer una evaluación exhaustiva de la necesidad de construir la refinería, de su rentabilidad y, sobe todo, del costo de oportunidad de no utilizar esos recursos en una fuente de energía más sustentable, como podría ser una planta de energía nuclear', concluye.

sc