La Procuraduría de los Derechos Humanos de Baja California (PDHBC) demandó a las autoridades correspondientes sanciones que sienten un precedente contra los agentes migratorios que agredieron a un migrante mexicano.

El ombudsman bajacaliforniano, Heriberto García García, dijo que la agresión a Anastasio Hernández Rojas, que le causó muerte cerebral por el uso excesivo de la fuerza de parte de elementos migratorios estadounidenses, debe ser sancionada contundentemente.

El titular de la PDHBC aseveró que no debe quedar en una acción administrativa, como ha ocurrido en el pasado, y calificó la agresión contra Hernández Rojas como irresponsable, abusiva y criminal, "que abre la puerta a la impunidad".

Destacó que el uso excesivo de la fuerza no es sancionado conforme a las leyes, y como ejemplo citó los asesinatos por la espalda de Guillermo Martínez, en diciembre de 2005, de un balazo cuando regresaba a territorio nacional.

También recordó la muerte de Oscar García Barrios, un migrante de 22 años, con documentos que trabajaba de mesero en San Diego y fue asesinado en San Ysidro el 18 de mayo de 2006 por la Patrulla Fronteriza.

"En este caso no sabemos de una sanción ejemplar, simplemente al agente fronterizo lo cambiaron de adscripción", dijo García García.

Aseguró que personal de la Comisión Nacional y la Procuraduría de los Derechos Humanos de Baja California acudió al hospital Sharp Memorial para entrevistarse con los familiares de Hernández Rojas y ver la forma en que pueden ayudarlos.

Señaló que legislaciones antimigrantes, como la Ley Arizona, son parte de los elementos que permiten la existencia de estas actitudes que traen ataques como éste.

Anastacio Hernández Rojas, tenía más de 20 años de residir en el condado de San Diego, con su mujer y cinco hijos (dos de ellos gemelos de cuatro años), donde laboraba en el servicio de limpieza de albercas, cuando fue golpeado por agentes fronterizos.

spb