La falta de un programa sobre cambio climático en México le podría costar al país el equivalente a 3.5 o 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB), advirtió el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quesada.

En cambio, el costo de implementar un programa eficiente le costaría al país 0.56% del PIB, destacó el funcionario.

En el largo plazo, hacia el 2050 el impacto económico sería más severo pues representaría hasta 9.56 por ciento del PIB, aseguró.

Al participar en el taller "Cambio climático, energías renovables, eficiencia energética y finanzas", explicó que México tiene la meta, de reducir la emisión de 50 millones de toneladas anuales de bióxido de carbono (CO2) a partir del 2010, además de disminuir la emisión de gases de efecto invernadero en 30% respecto a los niveles actuales en 2020, y 50% menos que lo registrado en el 2050.

El funcionario federal precisó que actualmente México emite 2% de los gases de efecto invernadero, pero por su tamaño de economía ocupa la posición número 13 dentro de los países emisores.

En tanto que, las emisiones per cápita en el país de CO2 al 2006 ascendían a 6.4 toneladas, inferior a las 22.9 toneladas registradas en Estados Unidos o de las 10.4 toneladas de la Unión Europea, pero por arriba de las 1.8 toneladas de la India o de las 3.9 toneladas de China.

Consideró que México debe hace un esfuerzo mayor para avanzar en sus programas sobre cambio climático al ser uno de los 192 países comprometidos para ello, además de que será la sede para la XVI Conferencia de las Partes, a realizarse a fin de año en Cancún.

En este sentido, dijo que México llevará a la mesa una nueva propuesta para la creación de un Fondo para la Conservación de Bosques y Selvas del Mundo (REDD) ; un Fondo de Arranque Rápido; un Fondo para Planes Nacionales de Adaptación.

Así como el establecimiento de Compromisos de Mitigación de Emisiones; Economías de Bajo Carbono; y un Consenso Político sobre el formato legal que pueda adoptarse en el futuro.

Refirió que de debe recuperarse la confianza que se perdió en Copenhague y la creación de un fondo en donde los países desarrollados transfieran recursos a los países en vías de desarrollo puede ser una opción.

vrs