Carlos Esquivel Lacroix, presidente de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especializados en Pequeñas Especies (AMMVEPE),

El principal problema para abatir el problema para abatir la sobrepoblación canina en México es la falta de educación e irresponsabilidad de quienes adquieren un canino, por ello es necesario fomentar una cultura de posesión responsable, según Carlos Esquivel Lacroix, presidente de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especializados en Pequeñas Especies (AMMVEPE).

La mitad de hogares en el país cuentan con un perro, por lo que aproximadamente hay 18 millones de canes. Sin embargo, se estima que existen alrededor de 10 millones de ellos que deambulan por las calles.

"Ha habido iniciativas para impulsar una tenencia formal de perros por parte de asociaciones civiles, pero el panorama es difícil", explicó el también profesor en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En la Asamblea del Distrito Federal (ALDF) se encuentra en la "congeladora" desde 2007 una iniciativa de ley que regule la tenencia de perros, la cual obligaría a los propietarios a colocar un chip electrónico para identificarlo, e imponer multas de 50 a mil salarios mínimos y hasta 36 horas de cárcel a quienes no coloquen un collar a su mascota, ni lo trasladen con una correa.

El problema de abandono canino radica, según el experto en que "el 80% de la adquisición de un animal es obedecen a un impulso, que porque el niño lo pidió en Día de Reyes, o porque es su cumpleaños le regalan un cachorro, ya que en esta etapa tienen una cara muy bonita".

Cuando crecen o pasa el tiempo, la atención dedicada al cachorro se pierde y muchas veces los dueños se deshacen de ellos de la peor manera. Algunos de estos ejemplares son rescatados por asociaciones protectoras o personas que simplemente se compadecen de los animales.

Desafortunadamente, "el esfuerzo de estos centros se ve frenado porque destinan más del 70% de sus recursos en alimentos y medicamentos" para los perros, según datos de la campaña, Pedigree Adóptame, de la que Lacroix es vocero.

Esta campaña ha logrado más de cuatro mil 700 adopciones exitosas y ya encausa 20 mil solicitudes. Sin embargo, no todo es color de rosa, a pesar de que muchos de las acogimientos son exitosos, algunas personas desisten, pues "se realiza un perfil del perro y del adoptante para ubicar los alcances que la persona tiene".

"A veces se autoexaminan y se dan cuenta de que un perro implica mucha responsabilidad", señala el veterinario. Además, el programa también requiere de un seguimiento de la vida en familia que el perro lleva, después de ser adquirido en alguno de los 28 centros de adopción que cuentan con el respaldo de la campaña.

El catedrático explica que para ser miembro de Adóptame se requiere que los centros tengan infraestructura para atender todo el proceso y llevar a cabo un buen desenlace para los perros y las personas que les otorgan una segunda oportunidad.

cg