La organización ambientalista Greenpeace México señaló que el impacto en la industria pesquera a causa del derrame registrado el pasado 22 de abril en la zona norte del Golfo de México será “significativo”, por lo que los gobiernos deberán monitorear los mariscos y comida proveniente de esa zona “para garantizar que sea segura para el consumo humano”.

Detalló que Menhaden, la segunda industria pesquera en Estados Unidos, se verá afectada debido que los mariscos y ostras que capture “muy probablemente contendrán partículas de petróleo y de los productos químicos dispersores”.

A través de un comunicado, la organización aseguró que el daño ambiental en la zona podrá en riesgo ecosistemas y una gran variedad de especies en peligro de extinción.

Detalló que después de hacer un análisis de los impactos ambientales y económicos en la zona, identificó que existe riesgo para numerosas especies en peligro, incluido el atún de aleta azul.

En la región, dijo, se encuentran cuatro especies de tortugas marinas que están a punto de empezar su temporada de desove, y seis especies de ballenas.

También otros mamíferos marinos en riesgo son delfines, manatíes y nutrias de río.

Informó que la zona tiene en promedio cinco millones de acres de humedales que sirven como habitat para tres cuartas partes de la totalidad de aves acuáticas que migran a través de Estados Unidos.

Entre ellas, dijo, están el pelícano marrón, “ave insignia de Louisiana”.

Dijo que según un estudio liberado esta semana por Environmental Toxicology and Chemistry (Química y toxicología ambiental) la vida silvestre de Alaska “todavía se encuentra ingiriendo petróleo del derrame del Exxon Valdez, ocurrido hace veinte años”.

La explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizont, de la empresa British Petroleum, explicó, se ha convertido en el más grande desastre en la historia de los derrames de crudo registrados en el Golfo de México.

eca