Gobernadores de México condenaron la política "antiinmigrante" del gobierno de Arizona, Estados Unidos, y señalaron que es hora de "levantar la mano" para detener la cerrazón y el abuso contra cientos de inmigrantes.

Fidel Herrera, gobernador de Veracruz calificó como inaudito, indebido, inexplicable e intolerable la medida antiinmigrante de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, quién el pasado 23 de abril firmó una ley que obliga a los  inmigrantes a portar sus documentos migratorios y a las autoridades locales a solicitar a las personas esos documentos, en caso de que haya sospecha de que estén en el país ilegalmente. No portar los documentos migratorios o de identificación es ahora un delito en Arizona, donde se calcula que viven 400 mil indocumentados.

"Es momento de realizar un gran llamado  a los canales de la diplomacia mexicana para evitar que se cometa un nuevo error como el de la muralla y la persecución en contra de quienes van a aportar al desarrollo de los Estados Unidos", afirmó.

Crítico la ineficacia del gobierno federal y habló de que es momento de pedir al gobierno de Barack Obama un acuerdo migratorio al igual que se hizo con Canadá.

"Hay que buscar el desarrollo de estas dos economías unidas  geográficamente", apuntó.

Los gobernadores de Campeche, Fernando Ortega Barnés; de Tabasco, Andrés Granier Melo y de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, también opinaron y afirmaron que es imposible no "levantar la mano" y solicitar al gobierno de Estados Unidos un "gran acuerdo" migratorio como ocurrió con Canadá para detener la cerrazón y el abuso por parte de las autoridades de Arizona hacia los connacionales, quienes, prácticamente "sostienen" centenas de industrias con su manos de obra en ese país.