El gobierno de Estados Unidos comparte la "preocupación" expresada por países latinoamericanos como México y activistas por un proyecto de ley que criminaliza a los inmigrantes indocumentados y asigna facultades migratorias a policías locales.

El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dijo que las inquietudes expresadas por la región y organizaciones pro inmigrantes en materia migratoria "no son un asunto nuevo" , pero indicó que Estados Unidos comparte su preocupación.

El pasado día 15 la embajada de México en Washington dijo que la controvertida ley de Arizona podría tener efectos "potencialmente graves" para los derechos civiles de los inmigrantes mexicanos.

"Nosotros compartimos esta preocupación", señaló Crowley en su rueda de prensa diaria.

Por eso, recalcó, "en última instancia la solución a esto es una reforma migratoria a nivel nacional".

"Sabemos que la reforma migratoria es un tema importante en México y en cualquier otro lugar en este continente. Se aborda en todas las conversaciones bilaterales que tenemos con muchos países en la región y quizás con algunos más ampliamente", explicó.

En este sentido, alentó de nuevo al Congreso a que apruebe una reforma migratoria, y recordó que para el presidente Barack Obama se trata de una "prioridad".

El mandatario pretende impulsar una reforma este año.

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