Los más de 350 dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), al igual que su presidenta Elba Esther Gordillo, condenaron las declaraciones de la jerarquía de la Iglesia Católica, que atribuye al libro de texto y a la educación sexual que se imparte en las escuelas públicas del país los casos de pederastia por parte de sacerdotes.

Gordillo lamentó las declaraciones de los obispos y dijo repudiar los abusos sexuales en contra de niños y jóvenes por parte de curas. "Es imperdonable y deben estar en la cárcel", sentenció en conferencia de prensa.

La dirigente del SNTE dijo además que tales casos de abuso sexual son producto de personas "desequilibradas" y que no se resuelven con pedir perdón, sino con no volver a cometer ninguno de esos delitos.

Advirtió que en el caso de los maestros que pudieran incurrir también en el abuso sexual, luego de una investigación, deberán ser cesados de su labor en las aulas de escuelas primarias o secundarias.

rcr