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Atleta en silla de ruedas triunfa en mundial de danza

La atleta con discapacidad Manuela Castellanos López y su pareja de baile Jair Jenchi Morín representaron a México durante el Segundo Campeonato Mundial de Danza sobre Silla de Ruedas, en Holanda

VICTORIOSOS Manuela Castellanos López y Jair Jenchi Morín ganan oro y plata. (Foto: Emilio Fernández )

ECATEPEC, Méx. | Domingo 18 de abril de 2010 Emilio Fernández Román | El Universal15:00
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Al ritmo de chachachá, rumba, live y samba, la atleta con discapacidad Manuela Castellanos López, originaria de Ecatepec, y su pareja de baile Jair Jenchi Morín, representaron a México durante el Segundo Campeonato Mundial de Danza sobre Silla de Ruedas, que se llevó a cabo el 3 y 4 de abril en el poblado de Cuijk, en Boxmeer, Holanda, y en el cual ganaron oro y plata, en las categorías Latín y Estándar Combi.

El alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila Villegas, entregó a cada uno, un cheque por 10 mil pesos, para reconocer su triunfo.

"Las palabras son insuficientes para expresar nuestro cariño, lo orgullosos que nos sentimos de ustedes; por eso el gobierno de Ecatepec les hace entrega de un reconocimiento simbólico, porque sabemos que merecen muchísimo más y vamos a seguir apoyando el esfuerzo que han realizado", dijo el alcalde durante una ceremonia en el Centro Cívico de Río de Luz.

Hace 18 años Manuela sufrió un accidente automovilístico que la dejó paralítica, pero no fue un obstáculo para que hiciera de lado su gusto por bailar, pues la silla de ruedas y aprendió a hacerlo en la silla de ruedas, en la que puede moverse al ritmo de cualquier género musical.

Esta disciplina es considerada deporte, y ahora ella se ha convertido en una de las máximas exponentes del país, al poner en todo lo alto el nombre de México en el Mundial celebrado en Holanda, y dándole a su familia y amigos en Ecatepec una gran satisfacción.

Manuela recordó que días antes de realizar el viaje a Europa, en lo que fue su primera competencia internacional, estaba muy triste por la falta de recursos para poder asistir a la competencia, sin embargo, pudo obtener un apoyo por parte del gobierno de Ecatepec, de 50 mil pesos para los gastos de traslado y viáticos.

"Yo fui una de las primeras que entró a la danza sobre silla de ruedas en el Deportivo Adrián Paz (en la colonia Industrias Ecatepec), somos constantes por eso nos llamó la entrenadora nacional de México, que nos hizo el favor de invitarnos, pero teníamos que sacar los apoyos solos, por lo que se lo pedí al gobierno de Ecatepec.

"Escuchar los aplausos y las felicitaciones de los otros competidores fueron una parte importante que no olvidaremos, pues esa es la mejor recompensa y el pago más gratificante a todo el esfuerzo que hemos hecho para ser cada día mejores", expresó.

Cada uno de sus logros, dice, está inspirado en su familia y en las ganas de salir adelante; lo cual la motivó a ella y a su pareja de baile, Jorge Jair, a superar en habilidades a 20 parejas de diferentes partes del mundo.

"La vida no se acaba en una silla de ruedas, la vida sigue tenemos que salir adelante y las personas convencionales deben de luchar, salir adelante y practicar ejercicio" agregó.

Jorge Jair es un joven de 19 años de edad, que vive en el Distrito Federal y estudia la preparatoria, y desde pequeño ha practicado danza, ballet contemporáneo y otros ritmos, y quien practica con Manuela en el Deportivo Adrián Paz, en la colonia Industrias Ecatepec.

Él no ve a su compañera como una mujer con discapacidad, sino como un ejemplo y motivación para involucrarse más en esta disciplina, la cual le ha dejado momentos muy satisfactorios.

"Para mí es muy motivador; antes de llegar al Deportivo Adrián Paz de Ecatepec, donde practican muchas personitas con capacidades diferentes, a veces me daba flojera, pero aquí veía a mi pareja que tenia muchísimas ganas de ensayar, y yo veía cómo con sus ojitos bien alegres siempre mostraban el entusiasmo que a mí me faltaba; realmente estar con ella me ha cambiado y me ha enseñado lo valiosa que es la vida", explicó.

La experiencia de viajar a otro país fue inolvidable para Manuela y Jair, quienes lo que más recuerdan, entre otras cosas, son las dificultades que tuvieron para comunicarse con la gente.

"Fue algo muy nuevo, sobre todo porque no teníamos ni idea de cómo viajar en avión, además de que no sé hablar Inglés por lo que era muy difícil comunicarnos con la gente de ahí", dijo Manuela.

fml

 



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