En una explanada al lado de un templo del antiguo Egipto, al oeste de la emblemática Plaza de España, "Las Corregidoras" transmitieron, cada una en su estilo, su talento por las fiestas del Bicentenario, en Madrid, antes de trasladarse a Cádiz, sur de España, para rememorar la efeméride.

Regina Orozco, Ely Guerra, Amandititita, Susana Zabaleta, Aurora y La Academia, Natalia Lafourcade y Cecilia Toussaint, abrigadas buena parte de la noche, transmitieron el calor mexicano en medio de gritos y exclamaciones aludiendo a su talento y belleza.

"Vamos a darles tanto calor que no van a sentir el frío", expresó Zabaleta, ataviada con un estrecho vestido rojo, pero cubierta con abrigo para dar paso a Regina Orozco, que antes de entornar "Virgen de la noche", exclamó "me estoy muriendo de frío, pero todo sea por cantar".

En una España que tiene en este momento cerca de cuatro millones de desempleados, Amanditita, con su estilo de "narcumbia" y con un saco negro brillante, cantó, acompañada de un acordeón, "Odio a mi jefe" e incluso sacó una pistola de juguete simulando aniquilar al superior.

Entonó también "Paso de ti", "Canción para los malos amores" y "Descarada", antes de la cual pidió aceptar a todos, independientemente de lo que crean. "Vivan los hombres, las mujeres, los conejos y las vacas", clamó.

Subió al escenario La Shica, quien cantó, entre otras "La bien pagá" y quien despertó silbidos, gritos y exclamaciones de sus colegas mexicanas como: "A esta le beso los pies".

Ely Guerra siguió, abrigada, pero bajo la promesa de sus compañeras de que si se aplaudía mucho, ella se quitaba el abrigo.

Finalmente se lo quitó, para dar paso a un vestido gris oscuro, con los brazos casi transparentes, y, primero con una guitarra rosa mexicana y luego con una amarilla, entonó sus canciones.

Natalia Lafourcade tuvo que afinar su guitarra, tras la primera canción, para dar paso a "Amarte duele", que arrancó aplausos y gritos, en medio de las bajas temperaturas.

Luego, Cecilia Toussaint, quien fue llamada "Reina de Reinas", cantó tres canciones de su escritor favorito, Jaime López, para culminar con "Haremos otra tierra", con todo aquello que México y el resto del mundo necesita en un escenario positivo.

Rosario, la española, compartió "No dudaría", haciendo entrar en calor al público, que en la intemperie sentía los pies paralizados por el frío.

Al fin, para quienes lo pedían, Susana Zabaleta se quitó el abrigo para cantar, muy sensualmente "Bésame mucho", de Consuelo Velásquez, "Un mundo raro" y "Mala".

Regina Orozco le siguió, y ya el público, con frío, pero envalentonado con "Las Corregidoras", le acompañó con "Cucurrucucú Paloma", "Paloma negra" y "Paloma querida", para terminar todos, público y ellas, emocionados, con el "Cielito lindo".

mtr