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Excavarán en el cráter Chicxulub, en Yucatán

Expertos de la UNAM trabajarán en la parte central y marina del gigantesco boquete de 200 kilómetros de diámetro causado por el impacto de un asteroide
Ciudad de México | Jueves 04 de marzo de 2010 Notimex | El Universal19:23
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Un equipo internacional de científicos, encabezados por Jaime Urrutia, de la UNAM, se preparan para iniciar perforaciones en la parte marina del cráter Chicxulub, en la Península de Yucatán, donde en el periodo Cretácico (hace unos 65 millones de años) cayó un meteorito, cuyos efectos habrían causado la desaparición de los dinosaurios.

Tras aprobar una estricta evaluación científica y financiera por parte del panel internacional Integrated Ocean Drilling Program (IODP) , el equipo encabezado por Urrutia Fucugauchi, del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) , están en espera de iniciar una segunda perforación en el cráter.

La perforación se hará esta vez en la parte central y marina del gigantesco boquete de 200 kilómetros de diámetro causado por el impacto de un asteroide en la Península de Yucatán hace 65 millones de años.

En un comunicado, la máxima casa de estudios del país recordó que el OIDP es un programa internacional de investigación marina que explora la historia de la Tierra y la estructura registrada en los sedimentos del fondo marino y las rocas.

'El cráter Chicxulub está una parte en tierra y otra en mar. De la parte terrestre tenemos más de cinco mil muestras, pero ahora queremos explorar la parte marina, que es mucho más profunda', explicó Urrutia Fucugauchi.

Asimismo, aseguró que aún hay preguntas por resolver respecto a las condiciones físicas del impacto del asteroide en la Tierra y sobre cómo muchas especies desaparecieron, mientras otras lograron sobrevivir.

Por las condiciones geográficas del sitio, la perforación dentro del mar no podrá realizarse con un barco japonés de gran tamaño, sino con un equipo más pequeño, lo que aumentará los costos.

'Estamos obligados a usar una plataforma de perforación más pequeña y la idea es perforar unos tres kilómetros. De este tipo se hacen dos por año en el mundo y estamos esperando a que nos programen para comenzar', señaló el investigador, galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009.

Urrutia aclaró que, una vez aprobada la nueva etapa de investigación, la planeación durará un par de años.

Al respecto, recordó que un texto sobre el cráter Chicxulub fue publicado hoy en la revista 'Science'; 'es un artículo de revisión en el que participamos 41 autores de 30 grupos de investigación de varios países, como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Bélgica, España y Holanda, entre otros'.

De México son tres investigadores: Mario Rebolledo, que hizo la tesis doctoral al lado de Urrutia y ahora está en el Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán; Manuel Grajales , del Instituto Mexicano del Petróleo, y el propio especialista de la UNAM.

El artículo aborda a profundidad tres temas asociados con el cráter: los datos y observaciones acumuladas sobre el impacto; la relación del impacto con el límite Cretácico-Paleógeno y una capa de arcilla e iridio que se formó tras el evento; y la correlación del impacto con las extinciones del 75 por ciento de las especies animales y vegetales que vivían entonces en el planeta.

En la primera parte hay evidencia sólida para concluir que Chicxulub es un cráter de 200 kilómetros de diámetro provocado por el impacto de un asteroide de 10 kilómetros de diámetro que cayó en la Tierra a una velocidad de entre 20 y 25 kilómetros por segundo.

La segunda parte del estudio es un análisis de las secciones donde está una capa de arcilla e iridio que marca el límite del Cretácico-Paleógeno, sobre la cual existía controversia científica sobre si correspondía al impacto o no.

'Se hizo un análisis detallado de la capa de arcilla con iridio en diferentes localidades del mundo, y se analizó si tiene la firma química y minerológica de Chicxulub. Se concluye que la capa que marca el límite corresponde a la generada por Chicxulub y la correlación es muy detallada y sólida', comentó Urrutia.

La tercera parte del estudio se refiere a la correlación entre el impacto y las extinciones, donde los científicos se enfrentaron a huecos en el registro fósil, que es más completo en la parte marina que en la continental.

'El impacto está asociado con extinciones del orden del 75 por ciento de las especies, incluye especies marinas y terrestres, todos los dinosaurios, los reptiles marinos y los reptiles voladores.

Incluye gran cantidad de especies marinas, desde microorganismos hasta organismos emblemáticos, como las amonitas, que son como los Nautilus característicos del Mesozoico', señaló Urrutia.

El investigador señaló que la nueva etapa de investigación servirá para profundizar aún más en los efectos físicos del impacto y en investigaciones que revisarán cómo se recuperó la vida en la Tierra después de ese evento.



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