Antes de ser sepultada, Kareen Valero Jacques -la primera mexicana que falleció a consecuencia del sismo en Haití- fue bautizada por el sacerdote católico, Javier Martínez, en la catedral de Querétaro, en donde se realizó la misa de cuerpo presente para despedirla "de este mundo y ser conducida al banquete del señor".

Kareen formaba parte de los Testigos de Jehová, lo que no impidió, sin embargo, que se realizara el oficio de la religión católica y más aún, que fuera bautizada.

"Antes de separarnos para conducir este cuerpo al lugar de su reposo -dijo el sacerdote- oremos con fe y esperanza, confiando nuevamente en las manos del señor a esta hermana nuestra".

Luego, explicó el procedimiento a seguir.

"La aspersión con el agua bendita que vamos a realizar en señal de respeto hacia estos restos mortales, significa que nuestra hermana fue incorporada a la iglesia por medio del bautismo. La iglesia ora por ella y la despide con afecto y con dolor".

Durante su sermón, el oficiante pidió a los asistentes, orar por quienes sufrieron y sufren las consecuencias del terremoto en el país caribeño.

A la misa, que inició a las nueve de la mañana, acudió el padre de Kareen, Moisés Valero Garcés acompañado de su esposa, Jacqueline Martínez de Valero, además de Christian, el hermano gemelo de Kareen, quien también iba acompañado con su esposa, Yadira.

A la misa concurrieron no más de media centena de personas, entre las que se encontraban una docena de sus ex compañeros de una institución académica privada en donde Kareen impartía clases de inglés.

Concluida la ceremonia religiosa, los familiares se reunieron en el atrio de la catedral queretana, para determinar si sería sepultada o incinerada, determinando, finalmente, que fuera lo primero.

Esperaron solamente el aviso del gobierno en el municipio de Querétaro para proceder a su sepelio, efectuado en el panteón de la colonia El Cimatario.

mzr