Alrededor de unos 500 campesinos de diversas organizaciones en Hidalgo, agredieron a un grupo de granaderos, quienes se encontraban custodiando la sede de palacio de gobierno que fue rodeada por los manifestantes, quienes desde las 11:00 horas impiden la salida de los burócratas.

Los campesinos de organizaciones como la Central Cardenista y la Federación Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (Fioac), realizaron una marcha por las calles de la capital de Hidalgo y culminaron alrededor de las 11:00 horas, en palacio de gobierno, donde exigieron la libertad de dos presos políticos, y apoyos para el campo.

En la sede de gobierno ubicada en la Plaza Juárez de Pachuca, fueron apostados unos 200 granaderos, tanto al interior como al exterior.

La presencia de los manifestantes, obligó al cierre de todos los accesos de las oficinas gubernamentales, lo cual fue aprovechado por los campesinos para impedir la salida de los trabajadores.

Los inconformes provenientes de diversas regiones del Valle del Mezquital y la Sierra se encuentran encabezados por el dirigente de la Fioc, Francisco Chew Plascencia, quien advirtió que continuarán con las movilizaciones, a fin de que sean puestos en libertad los campesinos Javier Tapia Gomiz y Pascual Tapia Escobar.

Explicó, que ambos fueron agredidos por un grupo de personas afines al gobierno estatal y al defenderse fueron acusados de intento de homicidio, por lo cual permanecen en el Cereso de Tula desde hace dos semanas.

Al término de la marcha el contingente de personas arribó a la sede de gobierno y tras esperar unos 10 minutos la llegada de sus compañeros, intentaron derribar la puerta de acceso del sótano de gobierno. En este intentó, salieron a relucir palos y piedras con los cuales fueron atacados los oficiales policiacos.

Durante el zafarrancho, que duró cerca de 15:00 minutos fueron lesionados dos agentes de seguridad. Tras los hechos un grupo de líderes entró a Palacio de Gobierno donde mantienen pláticas con las autoridades estatales.

Así también aseguraron que no confiaran en la palabra de las autoridades, debido a que sólo han sido engañados en diversas ocasiones, lo cual ha ocasionado la desesperación de los habitantes en su mayoría personas pobres que no cuentan con apoyos para el campo, además de ser constantemente agredidos por los caciques del estado.