El escritor mexicano y profesor universitario, Jorge Volpi, confesó que nunca imaginó convertirse en novelista, pues de niño deseaba ser científico, pero sus profesores de física acabaron con sus ilusiones.

"De pequeño tuve interés por la ciencia, debido a que me gustaba ver la serie de televisión `Cosmos', de Carl Sagan. Al crecer deseaba ser científico; sin embargo, los malos maestros de física terminaron con mis intenciones" , aseguró.

Al inaugurar el ciclo de conferencias "El arte y la astronomía" en la Capilla Barroca del Museo del Pueblo, como parte de la 37 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC) , el también director general de Canal 22 habló sobre la "Ciencia y literatura" como dos formas complementarias para adentrarse al Universo.

Dijo que escribió la novela "En busca de Klingsor" recurriendo a la ficción y animación para "recuperar" esa vida de científico que le hubiera gustado tener. En ese sentido, reflexionó que los científicos y escritores no son tan distintos como se piensa.

"Ambos realizan trabajos paralelos, se dedican a la investigación en torno a qué significa ser humano. Los científicos, al igual que los escritores, requieren de una enorme imaginación" , explicó.

El primer estereotipo del científico, agregó, apareció a fines de la Edad Media en la figura del alquimista Johannes Faust, personaje que representaba a un mago y astrónomo alemán, cuya leyenda narraba que su terrible muerte se debía a que había pactado con el diablo.

"Esta historia fue recogida por Christopher Marlowe, uno de los primeros escritores en rescatar un mito y convertirlo en drama.
Asimismo, la novela de Mary Shelley, `Frankenstein', contribuyó a forjar la figura del científico loco. Después, Julio Verne se convirtió en una muestra de la literatura relacionada con la ciencia" , anotó.

Al reflexionar sobre cómo se observa la literatura desde el punto de vista científico, indicó: "Los seres humanos luchamos por sobrevivir y perpetuarnos, y la literatura es una de las herramientas evolutivas que nos permiten adaptarnos al medio y nos ayuda a predecir el futuro".

Jorge Volpi consideró que escribir "es un acto de suprema soberbia, se hace para contaminar al mayor número de mentes posibles con nuestras ideas y existen incluso, las más virulentas que han provocado epidemias y siguen haciéndolo, como las expresadas en la `Biblia' o en `El Quijote'".

En los próximos días en este foro charlarán otras personalidades, como Norma Avila y Bárbara Pichardo ("Arquitectura y astronomía") ; Ricardo Berlanga Zubiaga ("El reloj de Galileo: Precisión y belleza") ; Mario Biagioli y Manuel Peimbert ("Ciencia e historia") y Armando López Valdivia ("Música de las estrellas").

mzr