aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Hipnotiza Plácido Domingo a público tamaulipeco

Con cabello pintado con plata de los años y vestido negro de pies a cabeza, sin corbata, visiblemente emocionado, fue recibido por más de ocho mil personas El Centro de Convenciones y Exposiciones de Tampico

El tenor español interpretó Granada, de Agustín Lara, y Bésame mucho, de la Consuelo Velázquez, entre otros temas . (Foto: Juan Carlos Equihua )

TAMPICO, TAMAULIPAS | Jueves 01 de octubre de 2009 Claudia Ramírez. Enviada | El Universal00:20
Comenta la Nota

Faltaban pocos minutos para las nueve de la noche. El Centro de Convenciones y Exposiciones de Tampico estaba lleno.

Todavía muchas personas caminaban por los pasillos, tratando de encontrar sus asientos o simplemente tratando de ver de cerca a las personalidades que se encontraban en el lugar, como el gobernador del estado, Eugenio Hernández Flores; y la presidenta del Patronato del Sistema DIF de la región, Adriana González de Hernández.

Poco a poco, los músicos de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Tamaulipas fueron ocupando sus lugares en el escenario, el mismo en el que el año pasado se presentó Alejandro Fernández y, anteriormente, Marco Antonio Solís, El Buki, cuando se inauguró el recinto.

Se había anunciado la tercera llamada. El director Eugene Kohn se ubicó al frente de los músicos, quienes enseguida interpretaron la pieza Las Condolencias de Fausto, lo que dio tiempo a las decenas de personas que aún no se sentaban, de tomar su sitio.

Instantes después se escuchó un estruendoso aplauso.

Plácido Domingo pisó el escenario. La hora había llegado, el tenor español con corazón mexicano estaba por primera vez ante el público tamaulipeco y, sin embargo, era como un encuentro entre viejos amigos y cómplices, entre aquellos que se añoran desde hace tiempo.

Ahí estaba Plácido, con su cabello pintado con plata de los años y vestido negro de pies a cabeza, pero sin corbata debido al clima de esta ciudad, visiblemente emocionado; las más de ocho mil personas reunidas en el lugar, se sentían igual. Lo recibieron de pie.

Así, sin presentaciones ni palabras de por medio, el tenor comenzó a cantar, interpretó con su potente voz El Cid, de Jules Massenet, al término de la cual el público volvió a ovacionarlo.

En ese momento subió al escenario la soprano argentina Virgina Tola, quien llevaba un bello vestido blanco de inspiración helénica. Más hermoso que su atuendo resultó la pieza que interpretó: Louise, de Gustave Charpentier.

Siguieron en el programa L'Arlesiana, que interpretó Plácido, Adriana Lecouvreur, a cargo de Virginia Tola, Die Walkure, de nuevo por el tenor y, finalmente, L'Amico,Fritz, que cantaron, al alimón, Plácido y la soprano. Fue entonces cuando llegó el intermedio.

Aunque los asistentes ya estaban felices, aún faltaba la segunda parte del concierto, para la cual se habían prometido algunas sorpresas. Así fue.

Veinte minutos después de haberse retirado, los músicos volvieron a su sitio; 10 minutos más tarde se reanudó el concierto con el tema La del soto del Parral, a cargo del tenor español.

Luego, tocó el turno de la soprano, quien llegó con un elegante vestido rojo. Ella interpretó El niño judío, de la autoría de Pablo Luna.

Al termino de esta melodía continuaron Luisa Fernanda, Maravilla, El Barberillo de Lavapiés y La Taberna del puerto, además de la interpretación de Las bodas de Luis Alonso, con lo que habría concluido el repertorio; sin embargo, el tenor de 68 años de edad cumpliría su palabra y le regalaría al público varias sorpresas, la primera de ellas, fue el tema El día que me quieras, que cantó junto a Virginia Tola.

Al término de esta canción señaló: "Este tema sí se lo saben, y hasta lo van a cantar". Fue así como se escucharon las primeras notas de Bésame mucho, de la autoría de Consuelito Velázquez.

Eso no era todo, todavía había más temas del repertorio mexicano. Regresó al escenario la soprano y expresó que la siguiente melodía era de sus favoritas, la cual adoraba. Se escuchó entontes Muñequita linda, la de la dientes de perla y labios de rubí.

Llegó uno de los momentos más emotivos de la noche, Plácido interpretó Granada, tema que cantaba desde niño y por el cual sus padres lo llamaban, precisamente, "El Granado".

Lo noche iba in crescendo. Invitó al público a quedarse unos minutos más, "si es que no tienen prisa", dijo.

Llegaron al escenario los niños del coro del DIF, quienes lo acompañaron a cantar un tema basado en uno de los poemas que escribió Juan Pablo II, titulado Libertad,

Cuando parecía que el concierto había llegado a su fin, apareció el mariachi interpretando El son de la negra, tiempo que el tenor aprovechó para vestirse con una típica tamaulipeca.

Ante una fuerte ovación del público el tenor cantó Paloma Querida y Ella, para después interpretar dos temas Cuco Sánchez, uno de los compositores más prolíficos de Tamaulipas, El mil amores y La cama de piedra.

Pocos minutos antes de la media noche Plácido le regaló al público un tema más, El rey, de José Alfredo Jiménez.

fml

 

 



Comenta la Nota.
PUBLICIDAD