Fue en octubre y noviembre de 1993 cuando Michael Jackson se presentó por primera vez en México, específicamente con cinco conciertos montados en el Estadio Azteca.

Los espectáculos formaban parte de su gira Dangerous World Tour, el mismo que reunió a más de tres y medio millones de seguidores a lo largo de casi 70 fechas alrededor del planeta. Esa gira ayudó a promocionar su fundación Heal The World.

En ese año fue la empresa Televisa, específicamente Radiopolis con la estación W.FM 96.9 la que se encargó de al cobertura no sólo de los conciertos, sino de su llegada y despedida a la ciudad de México.  

Incluso, el Rey del Pop se reunió con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, en un encuentro privado que tuvo lugar en el Hard Rock Café. Incluso fue de compras en la zona de Polanco.

Justo este jueves 25 de junio, cuando aconteció el deceso del artista, el productor Luis de Llano reconoció en entrevista con José Cárdenas haber aprendido mucho de esos shows del Rey del Pop como parte de su carrera como productor.

“El tenía tan marcada sus cámaras que tuve que sentarme con mis directores y marcar muy bien los tiros, ya todos esos artistas viajan con su video, en ese momento estaba empezando a hacerse esto y para mí fue una enseñanza muy grande en un lugar como el estadio Azteca desplazar catorce cámaras utilizando un programa bien iluminado, bien tomado, bien hecho, es un reto, cada artista que ha venida lo ha hecho, pero especialmente con Michael Jackson sí fue una experiencia muy emocionante”.

Los recitales ofrecidos por Jackson se programaron del 21 al 29 de octubre de 1993. El evento incluía dos pantallas gigantes, de las llamadas Jumbo, así como bocinas de 25 metros y 35 salvas de cañón.

El éxito fue tan grande, que por esa razón el cantante abrió nuevas fechas para el 2, 4 y 6 de noviembre, con boletos que costaban entre 40 a 375 de los entonces nuevos pesos. Por cierto que esos fueron los últimos que ofrecería como parte de un gira en toda su carrera.

rcr