La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el asesinato del periodista mexicano Eliseo Barrón Laguna, cuyo cadáver fue hallado este martes tras ser secuestrado la noche anterior, y pidió una investigación expedita para recabar la información necesaria que permita dar con los responsables y llevarlos ante los tribunales.

El presidente de la SIP, Enrique Santos Calderón, del diario colombiano El Tiempo, urgió al gobierno mexicano "a mostrar mayor voluntad política para de manera ejemplar frenar la violencia y la impunidad que ésta arrastra".

Desde Bolivia, donde encabeza una delegación de la SIP que visita ese país, Santos Calderón expresó sus condolencias a familiares y colegas del periodista.

El organismo, con sede en Miami, recordó que Barrón Laguna era reportero desde hacía 10 años del diario La Opinión Milenio, en Torreón, Coahuila, al norte de México, donde cubría la fuente policíaca.

Señaló que de acuerdo a diversos medios locales, fue secuestrado el lunes por unos ocho sujetos encapuchados, poco después de las 20:00 horas, quienes lo sacaron con violencia de su domicilio en el municipio de Gómez Palacios, Durango, frente a su esposa e hijas menores de edad.

Su cadáver, con un impacto de bala, fue hallado en la mañana de este martes en un sembradío de su municipalidad.

Aunque se desconocen los móviles del asesinato, el diario reveló que en notas recientes el periodista informó sobre un conflicto interno en la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Torreón, entidad de la que fueron despedidos por pérdida de confianza, 302 policías preventivos, alguno de los cuales son investigados por extorsión y abuso de autoridad, entre otros delitos, señaló la SIP.

"La violencia en México ha escalado de manera desenfrenada y, tal como hemos venido demandando, urge al Estado fortalecer la defensa de la actividad periodística", indicó el titular del organismo continental.

A principios de mayo también fue asesinado en el estado de Durango, Carlos Ortega Melo Samper; así como los periodistas Luis Daniel Méndez Hernández, en Veracruz, y Jean Paul Ibarra Ramírez, en Guerrero, ambos en febrero de 2009./JGM

vrs