Para "ahuyentar las malas vibras", que nada negativo entorpezca el trabajo de los diputados, tengan "claridad de mente" y "que todo salga positivo", una curandera hizo "una limpia" con inciensos de copal y yerbas en el salón de plenos del Congreso local.

A los legisladores del Partido Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y la Unidad Democrática de Coahuila les causó sorpresa, luego risa y después inquietud porque aseguran desconocer si alguien la envió y si lo que hizo es bueno o malo, o la mandó algún resentido.

Al menos fue una sesión tranquila donde no hubo discusión ni debate.

Fue un hecho inédito. El primero que "saltó" de la curul para ir a ver que pasaba fue el líder de la Cámara, Fernando de las Fuentes Hernández, alias "El Diablito" (PRI).

Le apodan así porque es hijo del ex gobernador, José de las Fuentes Rodríguez "El Diablo de las Fuentes", y le preguntó a fotógrafos y reporteros, pero nadie supo aclararle por qué estaba ahí la mujer. Todavía no se sabe si alguien la mandó.

Jesús Contreras, coordinador de la bancada del partido UDC, leía una iniciativa para la creación de la Comisión de Arbitraje Jurídico, a fin de frenar las tropelías de licenciados deshonestos y corruptos que venden los juicios al mejor postor.

Desde la tribuna, el parlamentario hacía énfasis en la exposición de motivos para convencer a sus compañeros de que, en su momento, aprueben el decreto para hacer justicia a los pobres, pues, como reza la sabiduría popular:

"Mientras los médicos entierran sus errores, los abogados los encierran en la cárcel".

Mientras él hablaba, la señora que después dijo llamarse Noelina López, originaria de la ciudad de Sabinas, entró al salón parlamentario y empezó a expandir el humo de un puñado de inciensos que llevaba en su mano derecha.

Hacía una especie de ritual con rezos en voz baja, ante la mirada atónita de los diputados que estaban en plena sesión.

Después colocó las varitas de incienso en un cenicero que está donde empiezan las butacas y salió.

El líder de la fracción panista, Mario Dávila Delgado, le dijo a su asistente que los quitara de ahí.

Pasaron escasos tres minutos y Noelina volvió a entrar, ahora con un manojo de hierbas en cada mano que golpeaba entre si y luego sacudía.

"Huele a pirul", comentaron algunos de las pocas personas que estaban en el salón de sesiones.

"Utilicé albaca, romero y abrecaminos, ¿verdad que huele bonito?", comentó luego la señora que negó ser chamana, aclaró que solo lee las cartas de la baraja, hace limpias, cura a la gente y vino por iniciativa propia.

Avisó que regresará el próximo viernes porque serán siete veces para completar la limpia, y los martes y viernes "que son los mejores días" (para hacer esos ritos), que cortarán envidias a fin de que haya armonía entre los representantes populares.

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