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A diferencia de las zonas urbanas como el Valle de Toluca y Valle de México, las actividades en la cabecera municipal de esta localidad continúan prácticamente  de manera normal, si no fuera por la suspensión de clases.

El tradicional carrito de frutas, así como los restaurantes, fondas, tiendas de artesanías, prendas y comercio en general, se desarrolla de forma normal aunque con un poco menos de clientes, comentarios algunos locatarios del centro.

"Es puro engaño eso del virus, esos políticos nada más nos quieren tomar el pelo; pasará  lo que Dios quiera que pase y ya", comentó la señora Rosa Galicia Bermúdez que junto con su hermana y dos hijas de 10 y 12 años de edad, acudieron al centro de Temoaya a realzar sus compras sin cubrebocas.

Artículo que la gran mayoría de los transeúntes de la cabecera municipal de Temoaya, no portaba, no sólo por la escasez del mismo sino por la indiferencia de los temoayenses, comentó Sandra Arteaga, joven de 21 años que de lunes a sábado se desplaza a la zona industrial de Toluca para trabajar como asistente administrativa.

"Es curioso como en mi municipio la crisis de la influenza  no les llega, y es algo que lo entiendo perfectamente pues mis vecinos y hasta mi familia están más preocupada por buscar un trabajo para ganar dinero que por su salud", comentó.

Por su parte la señora Emma Flores que dejo a sus dos hijos en casa para que no corrieran ningún riesgo de contagio del virus de la influenza, admitió que en un inició estaba segura que lo del virus era "una vacilada más de los políticos", pero cuando observo por televisión las medidas que estaban tomando en el Distrito Federal, su percepción cambio.

"Pensé que era otro de esos cuentos del gobierno, pero cuando los chamacos se quedaron sin escuela por varios días ya me empecé a preocupar", comentó.