aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Teotihuacán, tesoro inagotable de la arqueología mexicana

A más de un siglo de exploraciones en la zona, aún se siguen revelando datos y sorpresas de la cultura teotihuacana. El Museo Nacional de Antropología recibirá una magna exposición sobre el sitio

Más de la mitad de las piezas en exhibición sobre Teotihuacán no habían sido mostradas antes en público. (Foto: Archivo/ELUNIVERSAL )

Ciudad de México | Jueves 09 de abril de 2009 Sandra Licona | El Universal00:52
Comenta la Nota

Fue inscrita por la UNESCO en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1987. Hoy por hoy es la zona arqueológica con mayor afluencia de turistas nacionales y extranjeros, por encima de sitios como Chichén-Itzá y Monte Albán, y a pesar de lo que pudiera suponerse por la gran cantidad de monumentos restaurados que conforman el lugar, Teotihuacán sigue dando sorpresas y revelando datos y objetos de esta gran civilización.

El próximo mes será motivo de una magna exposición en el Museo Nacional de Antropología (MNA): Teotihuacán. Ciudad de los Dioses, con más de 400 piezas, de las cuales el 65 por ciento será la primera vez que se exhiban al público.

"Es sin duda un elemento novedosísimo, que hace de ésta una exposición muy especial, la primera en su tipo en cuanto a dimensiones y hallazgos --cubrirá una superficie de aproximadamente tres mil 500 metros cuadrados en el MNA--", cuenta en entrevista el arqueólogo Felipe Solís, director de dicho recinto.

Tras su inauguración el 18 de mayo, el público tendrá la oportunidad de conocer el resultado de un siglo de exploraciones en esta zona, que para su tiempo (150 a.C. - 650 d.C.) llegó a ser la sexta ciudad más grande del mundo.

"Aunque se han presentado varios hallazgos del interior de la Pirámide de la Luna, hay piezas que desde que se descubrieron, hace más de 50 años, no se habían mostrado al público. Son objetos delicados, que han pasado por todo un proceso de conservación y hasta ahora nos han autorizado los restauradores a mostrarlos, para luego regresarlos a sus resguardos", explica Solís.

Entre esos hallazgos, destaca un juego de armas de madera, únicas en su género, que son una especie de lanza dardos o atlatl, y vienen de un sitio teotihuacano del estado de Morelos, donde los encontró la arquéologa Carmen Cook de Leonard en los años 50, quien los entregó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde pasaron por un proceso de conservación y luego se quedaron resguardadas, "y ahora es la oportunidad de mostrarlas".

Otra novedad, es que por décadas no se había podido contar con la participación de piezas de la colección del Museo Diego Rivera "Anahuacalli", y a través de un acuerdo se tendrán algunas de las piezas más importantes de esa colección en esta muestra, como los vasos pintados.

Solís aclara que el acervo principal que constituirá la exposición, pertenece tanto al Museo de Antropología como al Museo de Sitio y las bodegas de la misma zona arqueológica, donde se resguardan muchos materiales que no han sido exhibidos. "Hacia el año 2000 se hizo un descubrimiento notabilísimo, un hallazgo de un conjunto de figurillas en una ofrenda, las cuales conservan su color y están en actitudes muy relacionadas con la presencia femenina.

"Esas famosas figurillas, que se consideraron la ofrenda del siglo porque justamente se descubrieron en el año 2000, se tenían registradas, pero no se han presentado nunca. Hemos tomado 14 de estas piezas, que son alrededor de 50, y las hemos incluido en la muestras: son mujercitas, madres que están con sus cunas, otras elegantemente vestidas, pero con unas vestimentas y colores extraordinarios", revela Solís.

El director del MNA, explica que no se consideró solicitar piezas de coleccionistas privados por cuestiones legales, ya que la mayoría de ese patrimonio ha salido de manera ilegal del país, aunque no sucede lo mismo con objetos que se encuentran en algunos museos y que han sido solicitados para esta muestra, la cual ya se exhibió en la Nave Lewis del Parque Fundidora, de Monterrey, Nuevo León.

--¿Qué significa Teotihuacán para la cultura mexicana?

--Esta exposición de Teotihuacán va a posibilitar al público, a los visitantes tanto nacionales como extranjeros, refrendar sus conocimientos y el impacto que esta ciudad y cultura ha tenido en todos nosotros. No hay nadie en México que no haya oído hablar de Teotihuacán. Desde pequeños, los mexicanos hemos aprendido que somos depositarios de un patrimonio, de un tesoro arqueológico como son las pirámides de Teotihucán, bajo esa premisa, la posibilidad de presentar una gran muestra relacionada con esa ciudad, donde tenemos esos testimonios arquitectónicos, sin duda es muy exitante, sobre todo en esta saga de exposiciones que se llama de Grandes Civilizaciones. Si bien en el Museo de Antropología hay una sala dedicada a Teotihuacán, simbolizando el periodo clásico de la evolución de las culturas mesoamericanas, finalmente la posibilidad de tener maravillosas piezas arqueológicas de por lo menos diez o doce museos y colecciones institucionales, es algo que no se ve todos los días.

--¿Teotihuacán es la zona más visitada de todo el patrimonio arqueológico con el que cuenta México?

--Este Museo es el más visitado, tenemos más de dos millones de visitantes al año, después del museo de Antropología está Teotihuacán.

--¿Qué colecciones no oficiales existen?

--Una es la que tiene el Museo Amparo de Puebla y que recientemente se mostró en el Museo Nacional de Historia. Es una colección privada, pero institucional porque da servicio al público, y otra es parte de la Colección de la Fundación Cultural Televisa, totalmente reconocida y que ha prestado piezas para otras exposiciones. Tenemos piezas del Museo de Historia Mexicana de Monterrey, del Museo del Templo Mayor, de la misma zona arqueológica, piezas del Museo de Campeche, de la Universidad de Xalapa, y también del Museo Regional de Morelia.

El espíritu de la exposición es mostrar ese momento de grandeza, que son 700 años, es una civilización, una gran ciudad capital, que dominó un enorme territorio o que tuvo relaciones y presencias muy fuertes, y esto le permitió difundir su manera de ver el mundo, los estilos de su cultura, y también recibir influencias. Muchos enigmas quedan todavía por resolver en esta gran ciudad, como su escritura, descubrir su forma de comunicación. El sitio seguramente todavía resguarda importantes hallazgos. Por ejemplo, la pieza que va a recibir al público es un hallazgo, relativamente reciente, que realizó tanto el INAH con la UNAM, en donde participó la doctora Manzanilla. Encontraron en un sitio llamado Xalla, los restos de un ornamento de un edificio que tiene la forma de un jaguar, con sus colores, poderoso, probablemente de carácter solar, que era parte de la fachada de un edificio, entonces esa pieza curiosamente llega a nuestro museo, se restaura y en ese momento empiezan a demandarse objetos para exposiciones, se va a una y es el momento que el público mexicano nunca ha podido verla. Ese hallazgo fue en Teotihuacán.

El jaguar de Xalla es como una especie de invitación a conocer todo lo novedoso que signifique la zona arqueológica y sobre todo el mensaje de una gran civilización, que tuvo una visión del mundo, mucho antes que los mexicas, poderosa, de gran elegancia, relacionada con los dioses, la actividad agrícola, el comercio, los extraordinarios talleres que produjeron máscaras, cerámicas, entonces uno va a encontrar que lo que visitamos en la zona, los palacios: Tepantitla, Techinantitla, Atetelco, Tetitla, Zacoala, son como enormes villas en las que los habitantes de ese lugar, mostraban su conocimiento, su sentido del buen vivir, en espacios muy amplios, muy soleados, con pinturas murales, que están comunicando un mensaje relacionado con la guerra, con sus dioses, con la agricultura, con los ritos, todo esto lo podrán disfrutar los visitantes a esta exposición.

--¿Es la primera vez que se hace una muestra de estas dimensiones en torno a Teotihuacán?

--De estas dimensiones sí. La cultura teotihuacana, desde el siglo XIX, se hace presente con la gran escultura de la diosa Chalchutlicue, pero poco a poco, al irse recuperando los objetos, se decidió más que tener una gran colección en la ciudad de México, contar con un museo en la zona arqueológica, y tanto el arqueólogo Leopoldo Batres, que fue realmente quien trabajó la pirámide del Sol , como el arqueólogo Manuel Gamio, quien fue uno de los científicos más serios que se ha ocupado de esta civilización y que publicó una obra extraordinaria: "La población del Valle de Teotihucán", que no ha sido superada hasta el momento, refuerzan esa idea.

Fue la primera zona arqueológica que tuvo un museo de esa envergadura: las mejores esculturas, piezas de cerámica, pero por razones de las propias instituciones el museo fue deteriorándose, hasta que en 1964 se decide tener otro recinto frente a la Ciudadela, el antiguo museo estaba muy cerca de la Pirámide del Sol, era un paseo, con unas fuentes, pero muchas de las piezas se mandaron a las bodegas o al Museo de Antropología, cuando éste se inaugura. Será hace unos 15 años cuando, con motivo de que el Museo de Bellas Artes de San Francisco va a regresar a México un lote de piezas, luego de negociaciones un poco complicadas, un conjunto de pinturas murales que se habían llevado, sin permiso, el arquitecto Wagner, entonces el INAH y aquel recinto llegaron a un acuerdo y la colección se dividió, la mitad se mandó a México y la otra parte se quedó en San Francisco, y con ese pretexto ese recinto organizó una muestra, la primera internacional dedicada exclusivamente a Teotihuacán, pero no del tamaño de la que ahora estamos organizando.

--¿Hay muchas piezas del patrimonio arqueológico mexicano fuera?

--Hay muchas, aunque comparado con lo que tiene México no es tan grave, pero sí hay piezas muy importantes que están en colecciones norteamericanas y fuera del país. Hace algunos años, hubo un intento editorial, que se llamó "México en las colecciones del mundo", que fue una acción muy positiva porque se trabajó con los principales museos y repositorios que hay en el extranjero con piezas mexicanas, para lograr al menos un registro de las mismas. Se decidió no trabajar con coleccionistas privados porque México no tiene por qué colaborar para que nuestro propio patrimonio tenga esos cambios de valor en el mercado, lo que es importante es que aquellos recintos ya reconocidos oficialmente fuera del país, son con los que nosotros podemos intercambiar estas piezas, en el sentido de que cuando hay una exposición se presten temporalmente los objetos para que todo el público pueda conocerlos.

--La mayoría del patrimonio que está fuera México, ¿salió de manera ilegal?

--Obviamente salió de manera ilegal, sin duda, de la manera que usted quiera, porque haya sido extraído sin permiso de las autoridades, o a manera de regalo, el caso es que algunos objetos estuvieron en manos privadas y luego entraron a colecciones de recintos extranjeros, donde se conservan de manera oficial hoy en día, ellos cuidan ese patrimonio, lo estudian, y cuando nosotros necesitamos las obras, que por lo menos no están en el mercado, nos las prestan.

--¿Habrá actividades paralelas a la exposición?

--Se ha planeado tener un gran seminario, una serie de conferencias de gran envergadura que den un sustento académico a la exposición, seguramente habrá talleres. La exposición permanecerá en el MNA hasta agosto de 2009, para luego cubrir un amplio itinerario en distintas sedes de Europa: el Museo Quai Branly, París, Francia; el Rietberg Museum, Zurich, Suiza; y el Martin Gropius Bau, Berlín, Alemania; así mismo recorrerá España, Italia, Dinamarca y Suecia, hacia 2011 y 2012.

 




cvtp



Comenta la Nota.
PUBLICIDAD