El presidente Raúl Castro recibió el lunes por la noche a una delegación de congresistas estadounidenses, los primeros políticos de ese rango en reunirse con el mandatario desde que éste asumió el poder en julio del 2006.

Una nota leída por la televisión cubana informó del encuentro, del que se transmitieron algunas imágenes, sobre todo de los momentos iniciales y cuando Castro --vestido de traje oscuro -- saludó a la representante por California, Barbara Lee, la jefa del grupo de legisladores pertenecientes al Partido Demócrata. Además por algunos segundos se les vio a todos sentados en semicírculo, hablando.

No se especificó ni cuánto duró la reunión, ni los temas que se trataron. El comunicado mencionó por su nombre a seis de los siete legisladores que viajaron a la isla.

La visita de los legisladores se produce en momentos en que Estados Unidos y su nueva administración anunciaron algunos cambios de política exterior y el relajamiento de las sanciones contra la isla, y el ex presidente Fidel Castro expresó la voluntad de Cuba de dialogar.
La delegación de legisladores llegó a la isla el viernes y tiene previsto concluir su visita en miércoles.

La nota oficial indicó que por la parte cubana se encontraban el líder parlamentario cubano, Ricardo Alarcón, el canciller Bruno Rodríguez y el jefe de la Oficina de Cuba en Estados Unidos, Jorge Bolaños.

Por la mañana, una de las habituales ''Reflexiones'', las columnas de opinión del ex mandatario, Fidel Castro aseguró que Cuba no temía un diálogo con Estados Unidos, en respuesta a una propuesta del senador estadounidense Richard G. Lugar al presidente Barack Obama para que designe un enviado especial a la isla.

''El senador por Indiana (Lugar) camina con los pies sobre la tierra'', escribió Castro.
''Lugar no teme la tontería de que lo califiquen de blando o prosocialista'', indicó el ex gobernante de 82 años, quien, pese a no ocupar un cargo mantiene una fuerte influencia en el país, gobernado por su hermano Raúl Castro.

Cuba y Estados Unidos no tienen vínculos desde la década de 1960, cuando la Casa Blanca impulsó sanciones económicas y diplomáticas como manera de presionar a la isla a cambiar su sistema comunista.

''No es necesario enfatizar lo que siempre Cuba ha dicho: no tememos dialogar con Estados Unidos. No necesitamos tampoco la confrontación para existir como piensan algunos tontos; existimos precisamente porque creemos en nuestras ideas y nunca hemos temido dialogar con el adversario'', manifestó Castro.

''Es la única forma de procurar la amistad y la paz entre los pueblos''.

Los siete representantes demócratas estadounidenses sostuvieron también reuniones con funcionarios locales, con líderes religiosos, realizaron recorridos por la capital y se presentaron ante la prensa.

''Tal vez lo mismo podríamos decir en el caso de los Estados Unidos, que no es de importancia fundamental, que no atenta contra la existencia de los Estados Unidos que tenga un dialogo con Cuba'', dijo el representante por Carolina del Norte, Mel Watt, al ser consultado sobre lo manifestado por Castro en su columna.

''¿No sería estupendo el que se forjara un diálogo y se hallara una comunidad de intereses, que viéramos cómo hay ventajas de parte y parte y detuviéramos esas diferencias históricas?'', se preguntó Watt, quien destacó que la propuesta inicial venga de un republicano, el partido que tradicionalmente aboga por endurecer el embarco contra Cuba.

Por la noche Fidel Castro volvió a tomar la pluma y en una nueva reflexión comentó sobre la visita de los congresistas.

''Valoro el gesto del grupo legislativo (la visita) ... Son testigos excepcionales del respeto con que se recibe siempre a los norteamericanos que visitan nuestra Patria. Es difícil que la delegación haya visto un rostro con expresión de odio y tal vez admiren la ausencia total de personas analfabetas o menores limpiando zapatos en las calles'', comentó el líder.

A mediados de marzo, la administración de Obama aprobó una legislación por la cual los cubano-estadounidenses podrán ahora viajar a la nación caribeña una vez al año para visitar a familiares y no una cada tres años como había instituido el anterior gobierno.

También se presentó días atrás una iniciativa de ley para levantar las restricciones de viaje a los estadounidenses, quienes a la fecha debían pedir un permiso especial del Departamento del Tesoro para viajar a Cuba.