Estudiantes chinos de diversas edades dedican más de diez horas al estudio, ello sumado a la presión de sus padres por destacar y la falta de amigos, son factores que influyen en traumas psicológicos que en ocasiones los llevan a planear el suicidio.

Más del 78 por ciento de los jóvenes chino pasa más de ocho horas en el colegio y más del 57 por ciento asegura que estudian al menos dos horas en su casa tras volver de la escuela, según una encuesta realizada en el país asiático.

"Más del 20 por ciento de los estudiantes dicen no tener a nadie en quien confiar y se sienten más cómodos hablando con sus amigos de Internet que con sus propias familias" , explica el Centro de Estudios de Jóvenes y Niños de China.

La apertura económica experimentada por el país asiático en estos últimos 30 años ha creado un amplio abanico de posibilidades entre la clase media, y el camino para lograr una vida acomodada y exitosa pasa por la educación.

En China, el éxito social va de la mano con la escuela, quien se esfuerza, ocupa los cargos de liderazgo del gigante asiático. Por ellos es que muchos padres invierten todos sus recursos en buscar una educación de calidad para sus vástagos, quienes en la mayoría de los casos son hijos únicos. 

En el colegio se margina al que no sobresale y son muchos estudiantes los que se esfuerzan en las materias, no sólo para no defraudar a sus padres, sino para no ser despreciados por el resto de alumnos. La competitividad entre ellos es feroz.

Uno de los últimos estudios de la Universidad de Pekín desvela que el 20 por ciento de los 140 mil estudiantes con edades comprendidas entre 10 y 24 años consideraron alguna vez quitarse la vida, mientras que el seis punto cinco por ciento reconoció haberlo planeado.

El suicidio es la primera causa de muerte entre personas con edades comprendidas entre los 15 y 34 años en China, según cifras oficiales no actualizadas.

En la página web chinajtjy.org.cn; alrededor de 50 expertos tratan de entablar un diálogos con los padres para hacerlos ver que "no se puede robar a un niño el derecho a disfrutar de su infancia"; y así contrarrestar los altos índices de suicidios. 

lob