José de la Colina recibe Medalla de Bellas Artes
El autor de origen español fue reconocido en un homenaje de Conaculta por sus 75 años de vidaDe la Colina improvisó un discurso en el que habló de su amor por la literatura. (Foto: Archivo/ELUNIVERSAL )
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"¿No que no?" fue la expresión que soltó el narrador y ensayista José de la Colina (Santander, España, 1934), al recibir hoy la Medalla de Bellas Artes como parte del homenaje que le ofreció el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por sus 75 años de vida.
El comentario fue respondido por un "sí se pudo" de la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, quien aseguró que los lectores de José de la Colina esperan más libros suyos con emoción.
Durante el acto realizado en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, participaron también los escritores Adolfo Castañón, Ana García Bergua, Armando González Torres, José Luis Martínez S., Alejandro Toledo y la directora del INBA, María Teresa Franco.
De la Colina, considerado como un escritor con una de las prosas más naturales y sueltas que han existido en los últimos años en la literatura mexicana, indicó que toda su obra la ha realizado a través del periodismo, oficio al que, dijo, le debe mucho. "No me considero como un maestro, como agresivamente me dicen por todos lados".
El escritor se mostró sorprendido por la cantidad de personas que colmaron la Sala Manuel M. Ponce e improvisó un discurso en el que destacó su amor por la escritura.
"Nunca ha sido para mí una profesión, me sigo considerando un amateur; nunca ha sido una obligación ni nada parecido. Ha sido un placer el jugar con las palabras", expresó.
Para él, las únicas libertades que han existido siempre han sido la música, la literatura, la poesía y, desde luego, la amistad y el amor. "Me parece que son las únicas libertades que existen y de ahí mi descrédito a todo abanderamiento político", señaló.
De la Colina se asumió como un escritor mexicano porque fue aquí donde se formó, hizo sus lecturas, gozó de la amistad de Juan José Arreola, a quien considera el máximo escritor de México y de quien siguió el ejemplo vital de ser escritor.
"Me gusta decirlo porque nuestra verdadera patria es nuestra lengua, el idioma en que hablamos y escribimos. Fundamentalmente soy eso. Inclinándome respetuosamente ante mi propio ego, estoy en casi todas las antologías de narrativa mexicana y he sido reconocido como escritor en México, España nunca lo ha hecho. Por eso quiero desvincularme de la aureola del exiliado; por lo menos como escritor, soy de México", dijo.
En su turno, el crítico Armando González Torres lo calificó como uno de los escritores más joviales y un cuentista mayor que rebasa la definición escolástica, que crea un género personal, gozoso, un arte de la prosa ajeno a cualquier dogma estilístico o de procedimiento.
"En sus cuentos, en sus ensayos, en sus despliegues de erudición caprichosa, en sus curiosidades literarias, en su amor por la minucia, De la Colina es una peculiar propuesta de convivencia y amistad alrededor de la literatura y los libros", dijo.
Durante su intervención, el narrador y ensayista Alejandro Toledo habló del "travestismo" de la literatura de José de la Colina y ejemplificó que cada vez que habla de Rulfo se vuelve rulfiano, o cuando lo hace de Fred Astaire se pueden percibir los pasos de baile en sus textos.
Adolfo Castañón leyó un fragmento del cuento La última música del Titanic, de De la Colina, publicado en la revista Pauta en 1992, mucho antes de la película que protagonizan Leonardo Di Caprio y Kate Winslet; en tanto que Ana García Bergua consideró que su pasión por la literatura es contagiosa.
Entre los amigos escritores de José de la Colina que asistieron al homenaje estuvo Fernando del Paso, quien pidió la palabra para decir que Pepe de la Colina fue el primero y más grande de sus maestros, por lo que no quiso desaprovechar su visita a la Ciudad de México para formar parte de la celebración a este autor, en sus 75 años de vida.
cvtp